Algunos de los zubat comenzaron a caer o se sumaban a aquellos que huían hacia cuevas cercanas, o inclusive regresaban hacia la torre. El hombre encapuchado se limitó a observar al cielo, mientras que su arbok, rodeando su cuerpo, no dejaba de mantener su mirada clavada en Sabael, que sostenía nuevamente su collar con una mano.
No muy lejos, el voltorb y la spinda habían actuado con agilidad. La fuerte descarga del pokémon redondo y los poco habituales pero gráciles movimientos de la criatura manchada derribaron a dos de los zubats que estaban empedernidos con los entrenadores. Sus compañeros voladores notaron la situación, y avanzaron hacia los pokémon en picada mientras acompañaban a sus entrenadores a reunirse con el resto del grupo.
//Bite a Chloe 20 + 20// [dice]0[/dice]
Detrás de ellos, el policía y su elekid preparaban una descarga. El hombre asintió ante las palabras de Cole en silencio, pero sin abandonar su rostro poco amigable, y se volteó a seguir defendiendo el sitio. -Esto no se termina, pero la comunidad está primero -dijo.
No muy lejos de allí, Rhiannon había dado con Olivia, que parecía interesada en lo que sucedía en la torre. Darya se observó el brazo por unos instantes. No tuvieron mucho tiempo para decirse algo, porque el resto del grupo llegó con ellas, ya sea corriendo o en patineta. -Vayamos al Centro -dijo Rhiannon rápidamente, pero Picard comenzó a ladrar hacia arriba, y alerta, el grupo observó al cielo. Los zubats que quedaban se lanzaron a ellos... pero ignoraron totalmente a los humanos y se lanzaron en picada a los pokémon, con una saña notable en sus colmillos.
//Bite a Trebor// [dice]1[/dice]
//Bite a Mitzah// [dice]2[/dice]
//Bite a Maradona// [dice]3[/dice]
Cuando el ataque sucedió, Rhiannon comenzó a mirar a sus alrededores buscando el Centro, o algún lugar en el que pudieran esconderse, pero notó a Evelyn deteniéndose no muy lejos de ellos, mirando hacia el grupo que permanecía frente a la entrada de la torre. -¿Eve...? -se preguntó totalmente desconcertada. La chica volteó a mirarla, sorprendida. Observó el suelo con pena y luego elevó la mirada, forzando una sonrisa. -Nonnon... ¿Qué...? -comenzó a decir la chica del spheal, pero se detuvo un instante- Es mejor que no te metas en esto -comentó rápidamente y trotó hasta la torre, colocándose detrás de Sabael y clavando su mirada en la figura femenina que estaba por delante de él.
-¿Alguien más? Ah... -comenzó el hombre encapuchado ante la llegada de la ninfa del agua- Eres una de las... ¿cómo decirles? ¿Pupilas? De Segis. Un hombre interesante, pero un problema muy grande. No los matamos en el ataque, pero nos sirvieron en bandeja a nuevos objetivos -el sujeto ladeó la cabeza a un lado y observó al grupo que no estaba muy lejos, particularmente a Cole y a Olivia- Pero ahora no nos interesan, vinimos por Sabael, así que no estorben. El arbok del hombre giró rápidamente a su alrededor, desenrredándose de su cuerpo y saltando hacia la figura femenina.
Sabael apretó con fuerza su collar, sus esferas comenzaron a emitir un brillo oscuro, muy particular, pero antes de que algo sucediera, la mujer extendió un brazo en dirección al arbok que estaba a punto de caer sobre ella y todos los que estaban alrededor, sintieron un fuerte golpe en lo más profundo de su cerebro, como si una onda expansiva de algo los golpeara, similar a lo que les ocurrió en las ruinas. El arbok cayó al suelo y comenzó a sacudir la cabeza, como si quisiera sacarse algo de dentro de ella, mientras que la figura lo observó en silencio. -Au... -Evelyn se quejó con una mano en la sien, mientras que Sabael elevó la mirada y por primera vez a vista de todos, pareció reflejar algo de emoción en su rostro. Sus ojos se abrieron enormemente mientras observaba a la figura que habría hecho algo contra el pokémon cobra. -Ustedes... -Podemos sacarte de aquí con vida -pronunció la chica de cabello blanco que tenía atrás- Pero tendrás que venir con nosotros.
-Princesita del agua -comentó el hombro levantando los hombros- llegué primero a él, no te olvides que detrás tuyo están tus amigos, a menos que quieras... sacrificarlos. Aunque te irás sin nada de acá, te aviso. El arbok finalmente dejó de sacudir su cabeza. Parecía algo confundido, pero se arrastró rápidamente, pasando a un lado e ignorando a Sabael y a Evelyn y aproximándose rápidamente al grupo de entrenadores. Abrió su boca bien grande y algunos pocos notaron cómo de sus largos colmillos empezaba a gotear algo que parecía ser veneno, y antes de que se dieran cuenta, aquella cosa salió disparado a ellos.
//Acid 15 (+10 stab) (+5) a todos de la party – sí, trainer y pokes-// [dice]4[/dice]
Realmente intenté, con cada gota de mi determinación, de no entrar en pánico. En el fondo me hubiera gustado creer que el hecho de que lo intenté significaba algo, pero...
Mi cuerpo seguía moviendose como en auto-piloto, pero algunos cables o fusibles o quien mierda sabe que tenía ahi adentro de la cabeza no estaba funcionando muy bien. Que podíamos hacer? Escapar? Quedarnos? Podíamos pelear sin arriesgar nuestras vidas? Habíamos sobrevivido un montón de leones llameantes, quise creer que podíamos sobrevivir unos Zubat y un Arbok, pero...
Algo no está bien, pensé. Un momento después, la otra parte de mi mente respondió: Wow, usaste todo el jugo que te quedaba en el cerebro para darte cuenta de eso, pelotudo de cuarta?
Estuve a punto de declarar un ataque cuando pasó. Ví al Arbok abrir la boca y me preparé para atajar una mordida, pero en vez de eso apuntó ligeramente hacia arriba y dejó salir un chorro de veneno que empezó a llover todo a nuestro alrededor. Un...
Un chorro de... veneno...
Me moví sin darme cuenta. No sé como lo hice, pero en un segundo cubrí la distancia entre yo y Darya. En el momento antes de que el ataque cayera sobre nosotros, sentí algo tibio y reconfortante cubriendo todo mi cuerpo cómo si fuera una prenda de ropa sin peso alguno. Agarré a Day con una mano y la cubrí completamente, esperando el dolor del veneno.
//Maradona defiende// [dice]0[/dice]
Sin embargo, nunca llegó. El ataque se resbaló de mi cuerpo completamente, cómo si lo estuviera repeliendo. Cuando levanté la cabeza, ví que todos lo habían defendido excepto nosotros. Incluso Maradona estaba cubierto de veneno, ahora más enojado que somñoliento.
-D-dale al Arbok! -Grite, tono desesperado. -Hay que bajarlo antes de que haga eso de nuevo!
-Qué le pasa?- pregunté atónita cuando la chica de los Spheals se metió en el embrollo de Sabael. Miré a Nonnie pero ella tampoco parecía entender qué estaba haciendo. El hombre encapuchado no tardó en reconocerla y mencionar al extraño presentador, antes de mirar en dirección a nuestro grupo, remarcando su interés en algunos. Su cobra se lanzó contra la otra mujer pero hizo ella algo que nos aturdió a todos por un segundo. Cuando pude volver a enfocar la vista, el pokemon dirigió su ataque a nosotros.
Un chorro de veneno.
Lo único que pude hacer fue cubrirme la cara. Más bien solo me tape los ojos, casi me sentía como una niña, como una idiota.
Pero el dolor nunca llegó, alguien me agarró la mano y me di cuenta en seguida lo que estaba pasando. -Collie!- Estaba brillando mientras me cubría, eso que hacía a veces, el contacto de su piel se volvió fría y dura. Pero no... incluso si parecía metal, no cambiaba, el veneno... Yo... yo conocía bien lo que... -Pensá un poco antes de hacer las cosas!- le dije con rabia, aunque veía que no lo había afectado. No, yo sé. -Sos un tarado, sabés lo que te podría haber pasado?!- grité golpeándolo a donde llegara con mi altura, podía sentir que me ardían los ojos y eso no ayudaba a mi enojo, me sentía más idiota. -Me puedo defender sola!- Lo empujé para que me suelte. El gimoteo de Atlas me regresó al momento, a lo que todavía estaba pasando, a lo que podía volver a pasar. Me di vuelta y lo vi sacudiéndose un poco del líquido pegajoso que había quedado en su pelaje, que ocultaba los brillos que le había tirado recién. -Ay, no no.- En un segundo estaba a su lado, insegura de si tocarlo o no, se veía herido pero se mantenía en pie sin problemas por ahora. Pero al ver mi expresión, comenzó a gruñir mirando a la serpiente. -No, por favor, Atlas, no tenés que-- No pude terminar de hablar antes de que se lanzara al ataque contra ella. No podría haber terminado de todas formas. Me volvía a sentir tan...
Alcé a Trebor y seguí a Cole y Ace hacia la torre, donde estaba el resto del grupo. La mayoría de la gente ya se había dispersado, por lo que patinar era bastante mas fácil.
En la entrada a la torre aún estaba aquel hombre encapuchado, rodeado por su intimidante arbok. Dejé a mi compañero en el suelo y me disponía a avanzar hacia ahi cuando un grupo de zubats bajó en picada, directo a nuestros pokémon. Inmediatamente, el pequeño scraggy a mi lado volvió a envolverse en su piel.
// Trebor defiende bite// [dice]0[/dice]
Cuando los zubats volvieron a alejarse, sentí de nuevo el golpe directo a mi cabeza, al igual que en las ruinas. Me llevé ambas manos a la cabeza en un intento por disminuir esa extraña sensación. Y cuando finalmente paró y pude reaccionar, vi al arbok frente a nosotros, disparando un chorro de ácido.
-No!- grité, saltando encima de Trebor y cubriéndolo con mi cuerpo. Sentí un insoportable ardor en mi espalda y brazos, mas fuerte de lo que nunca había sentido, y no era mi primer experiencia interponiéndome en un ataque de ese estilo.
//Activo Pressure Flip// (nuevo combate)
//Resistencia por Leon// [dice]1[/dice] //Resistencia por Trebor// [dice]2[/dice]
-Aaahh... Quema... Estas bien campeón??- pregunté al pequeño debajo mio. Trebor me respondió con una mirada que nunca había visto en él, una mirada que reflejaba preocupación y a la vez una gran furia.
Me empujó para atras y saltó a atacar al arbok, que ya se encontraba debilitado por dos poderosos ataques provenientes de Maradona y Atlas. Intenté impedirselo, pero apenas sentía mis brazos.
Me encontré con las otras dos chicas en el centro del lugar, segundos después el resto del grupo estaba llegando ya sea corriendo o como sea que haya aparecido. Luego apareció otras las cirqueras que se encontraba sorprendida de estar en presencia de su colega, no hubo mucho tiempo para hacer las respectivas preguntas ya que el encapuchado hablo de nuevo, refiriéndose a la chica de los redonditos de agua, más que nada sobre su jefe secuestrado por ellos, Segis el cirquero de largo pantalones. Después de eso clavo su mirada en mi hermosa figura y la del rubio bombono como dando a entender que éramos esos objetivos que iban a buscar. Por que nunca me quiere llevar alguien de viaje o no sé, una cena? Siempre tiene que ser secuestro forzoso o querer quemarme por bruja, nunca una buena.
Cai sobre mis rodillas sentir una ola de energía golpearme, era casi como había ocurrido en las ruinas, esta vez provenía de la mujer extraña que había caído del cielo. Por suerte el que peor se llevo el ataque fue el arbok gigante que estaba en el suelo retorciéndose ante el dolor antes de poder hacer algo contra el señor monje exorcista. Masajee mi sien abriendo los ojos y soltee un fuerte grito, frente a mi estaba tirado una cosa extraña y rara, tome mi bolsa y arroje lo primero que encontré a esa cosa.
Ay, solo era un zubat, bueno, no debi haber hecho eso quizás. Realmente no me quedo mucho tiempo para pensar en mi decisión ya que a toda velocidad se acerco la enorme serpiente morada a lanzarnos un ataque que podía claramente vaporizar a Mitzha con solo tocarla, sin perder más tiempo la devolví a su pokeball antes de que algo asi le pasara.
/Resistencia Olivia/ [dice]4[/dice] -Chicos, tenemos que terminar con esto antes de que se complique!-
Todo se habia ido al carajo tan rapido que no me habia dado cuenta. Ahora estabamos frente a sabe el y lo estaban atacando. Un murcielago volo a atacar a chloe.
//pressure flip (lo dejo activo para todo)// //esquiva// [dice]0[/dice]
//defiende// [dice]1[/dice]
De pronto la vivora que estaba atacando al clerigo nos ataco a nosotros con un veneno raro.
//ace defiende// [dice]2[/dice]
//esquiva poke waifu// [dice]3[/dice]
//defiende// [dice]4[/dice]
Vi como cole defendia a Darya y no pude evitar preocuparme al ver el rostro de la chica. Queria ayudar... pero quiza era mejor si lo haciamos de otra forma
-Estan bien? Tendriamos que alejarnos, dejemosle esto a la policia, nosotros no tenemos nada que ver- les dije nervioso
Mientras hablaba mi compañera atacaba a un murcielago que parecia no querer dejarla tranquila.
Corrí con toda mi fuerza para escapar de los zubats, Ger estaba súper dañada, malditos bastardos. Mientras avanzaba lo más rápido que podía miré hacia atrás y vi como el resto en vez de escapar y salvarse por su cuenta atacaba a los Pokémon intentando defenderse, para luego ir directo hacia el peligro, a la gran torre quemada.
Ger se movió intentado bajarse de mis brazos. -¡Quédate quieta! Estás herida, vamos a correr hasta encontrar un centro Pokémon o lo que--- No pude terminar de hablar ella se movió con todas sus fuerzas, para saltar y darme un mordisco en el cráneo.
- ¡¿Estás loca o qué?! –dije sacándomela con fuerza- Ella cayó al suelo intentando mantener el equilibrio. Me quedó mirando unos segundos y comenzó a ladrar enojadísima mientras apuntaba con su bracito a la torre quemada.
- ¡Está rodeado de zubat! ¡Y quizá qué más encontremos ahí! Tengo pociones, las usaré para mí y te llevaré a un centro Pokémon.
Ella no se movía de su lugar.
No tenemos por qué seguir metidos en esto… Ger me hizo un gesto con sus brazos que claramente indicaba “vete a tomar por culo” y salió corriendo hacia la torre.
Cuando estoy con los demás me muestro fuerte y valiente…pero ahora muestro como en verdad soy, siempre escapando y siendo débil cuando nadie me ve. Recuerdo como me flaqueaban las piernas contra los leones y como sentí que me asfixiaba en aquella cueva…
- ¡Cómo son capaces de seguir adelante sin dudarlo por la mierda! – grité golpeándome las piernas-
Avancé corriendo a toda prisa antes de arrepentirme hacia la torre quemada esquivando a los zubats y a la gente que aún intentaba salvarse, cuando llegué vi a todos ahí reunidos, me acerqué al grupo, pero cuando estuve ya a tan solo unos pasos de Ger vi cómo la enorme cobra disparó una aterradora ráfaga de veneno hacia todos.
/Resistencia doctor/ [dice]0[/dice]
/Resistencia Ger/ [dice]3[/dice]
No tuve tiempo para cuestionarme nada, mi cuerpo se movió solo, corrí hacia Ace por que musculin estaba delante de darya la cual era la otra que se veía mas dañada y usé todo el poder que pude dentro de aquel momento lleno de tensión para curar sus heridas.
//Cure minior wound// [dice]1[/dice]
Y cuando pensé que mi mayor temor era sobrevivir a aquella lluvia ácida vi a Ger en el aire saltando de manera suicida directo hacia la maldita culebra.
Gertrudis (Snubull) defiende -> 1 éxito Pasan 35 de daño
Picard (Rockruff) defiende -> 1 éxito Pasan 35 de daño
Cole defiende (por él y por Darya) -> Inmune por Iron skin No pasan heridas
Leon defiende (por él y por Trebor) 80 de daño, 3 éxitos. Pasan 5 heridas.
Olivia defiende -> 2 éxitos Pasan 2 heridas
Ace defiende -> -1 éxito Pasan 5 heridas
Pócrates defiende -> 4 éxitos (Superdefensa) Pasa 1 herida
Rhiannon defiende -> 5 éxitos (Superdefensa) No pasan heridas
------------------
Gertrudis tiene 65 de daño Atlas tiene 40 de daño Trebor tiene 30 de daño Mitzah tiene 20 de daño Chloe tiene 60 de daño Maradona tiene 40 de daño Picard tiene 35 de daño
Darya tiene 6 heridas Pócrates tiene 5 heridas Olivia tiene 4 heridas Ace tiene 9 heridas Rhiannon tiene 3 heridas Leon tiene 7 heridas
El grupo no hizo más que cubrirse del ataque del arbok. Cole comenzó a brillar y el veneno prácticamente resbaló por su cuerpo, únicamente dejando rastros del mismo en formas de manchas. Rhiannon se cubrió rápidamente con su capa y evitó que el líquido la tocara. La sacudió con rapidez pero no fue suficiente, observó con pena como su adorado complemento quedaba igual de oscuro que las prendas de Cole. El doctor, por su parte, pudo moverse rápidamente propulsado por la adrenalina y el temor y apenas recibió una parte del líquido contra su brazo. El resto, no salió completamente ileso, ni humanos ni pokémon, especialmente la spinda y la snubull, que no pudieron seguir de pie y respiraban agitadas mientras goteaban aquel líquido viscoso y ardiente, con las casi nulas fuerzas que les quedaban. Olivia, por su parte, notó a uno de los zubats que habían caído como producto de la defensa del pueblo no muy lejos de ella. Varios policías más se habían sumado al ataque y estaban dejando fuera de combate a la gran mayoría de la colonia de zubats. Cada vez eran menos y poco a poco el cielo regresaba a la normalidad. Pero todavía algunos resistían. Al notar a la mujer arrojar una pokebola a uno de sus compañeros, y al quedar este dentro de aquel objeto... comenzaron a chillar y a volar alrededor del grupo que todavía se sacudía el veneno de sus cuerpos, generando sonidos dolorosos y apenas perceptibles. De pronto, los tres que se habían encaprichado con aquellos humanos y seguían con fuerza descendieron, y todos, absolutamente todos, desplegaron sus brillantes colmillos y se abalanzaron contra Olivia, en un intento de liberar al zubat atrapado.
//Bite a Olivia 20 + 20// - Zubat #03 [dice]0[/dice]
//Bite a Olivia 20 + 20// - Zubat #04 [dice]1[/dice]
//Bite a Olivia 20 + 20// - Zubat #05 [dice]2[/dice]
-Ojo por ojo, diente por diente -comentó el hombre encapuchado mientras observaba al arbok tirado en el suelo, para luego elevar la mirada a Olivia. La culebra apenas había podido resistir todos los ataques que se dirigieron hacia ella, y aunque intentó alzarse para atacar, una corriente eléctrica le sacudió en cuerpo una vez más, dejándola inmóvil- Cierto que ustedes ignoran nuestra relación con los pokémon. No, la relación de los pokémon con nosotros... Me hubiese gustado que te mordieran algunos más... Sería hermoso ver esa asquerosa y blanca piel tuya teñida de violeta -Los zubats que quedaban se juntaron alrededor del hombre, algunos se apoyaron en sus hombros y brazos y comenzaron a aletear, elevándolo del suelo- Pero no faltará mucho para verlo -unos pocos monjes con sus pokémon se acercaron al lugar y rodearon a Sabael. Algunos amenazaron con atacar al sujeto de los zubat, mientras otros, a las dos mujeres- Sabael, disfruta tus últimos momentos, porque el exterminio apenas comenzó. El día se acerca. Te estarán observando... La colonia de zubats agitó sus alas, provocando un viento fuerte. Y de pronto se elevaron, rodearon al hombre con sus cuerpos, y desaparecieron elevándose en el aire.
Un silencio incómodo se formó en el ambiente. La mujer encuerada y Evelyn estaban espalda con espalda, observando a su alrededor. La ninfa del agua desvió la mirada al notar a Rhiannon observarla compungida. -¿Qué sucede? -preguntó la chica de la capa manchada. Su rockruff observó con pena a su dueña- ¿¡Qué es esto!? ¿Por qué quieren llevarse a ese tipo? ¿Qué tiene que ver con Segis? -la chica pronunciaba sus preguntas con rapidez, angustiada por la incertidumbre, incapaz de contenerse- ¡Evelyn! -le reclamó, pero la chica seguía sin dirigirle la mirada y sin responderle nada. Sabael se volteó a mirar al grupo, luego a las dos mujeres. -Habrán notado que no las acompañaré. Si se hubiesen aproximado a solicitar mi ayuda de otra manera... - ¿¡Acaso crees que somos estúpidas como tus seguidores!?-gritó la otra mujer. Su voz era algo grave, potente, iba con su contextura y altura- Ev, agárrate de mi. -Pero... -la chica de tez morena quiso quejarse, observando de reojo a Rhiannon. -La enana queda fuero de esto. Antes de que pudiera decir algo, una figura, acompañada de un zumbido, se acercó a una velocidad increíblemente alta hacia ellas. Evelyn se aferró a la cintura de la mujer, y ésta, se dejó agarrar por las patas del ninjask, para dejarse llevar por él tan rápido como llegó.
Sabael suspiró y cerró los ojos. Descendió de la entrada de la torre y se acercó al grupo de entrenadores. Rhiannon apretaba sus puños con la mirada clavada al suelo. Sabael la tomó de su pera y le alzó el rostro, clavándole la mirada. Sonrió levemente, y la soltó. -Atiendan sus heridas por favor -dijo dando un par de palmadas. En seguida, varios monjes se aproximaron hacia ellos y comenzaron a examinarlos- Separense en grupos y ayuden a los demás heridos -ordenó nuevamente- No me he olvidado de su búsqueda, señoritas -comentó observando a Darya y a Rhiannon- y soy un hombre de palabra... Pero primero, déjenme invitarlos a la posada en la que me alojo en esta ciudad para que se repongan. Luego... podremos hablar. Hay algo que deseo fervientemente proponerles.
La combinación de ataques había logrado derrotar a la enorme serpiente asesina, ger cayó al suelo de manera brutal tras su ataque. Corrí a buscarla a toda prisa.
-Maldito perro demente – dije rechinando los dientes y tomándola en brazos-
Me acerqué a Ace, león, darya y olivia para entregarles una infusión de hierbas a cada uno. -Chicos solo puedo hacer unas cuantas por día, hará que se sientas un poco mejor, lo dejo a su criterio.
Segundos después vi como Olivia lanzaba una pokeball a un zubat, para luego ser atacada por varios de estos.
Al mismo tiempo que ocurrían extrañas discusiones entre rinamon y los otros bastardos que nos acompañaban en la escena de la cual no me enteré mucho, No había nada que pudiese hacer, ni por la niña ni por la morenita, no puedo pelear por mi cuenta y Ger estaba al borde del desmayo…
¿O en verdad esa era mi excusa? No supe que hacer… si bien tenía experiencia en trabajar en situaciones dramáticas, una experiencia tras otra me ha ido desgastando, ya no quiero pasar más por esto… ¿Qué haría Sofía en estos momentos Ger?
-De verdad capture a otro pokemon?- Pregunte viendo como la pokeball se movía en el suelo unos segundos antes de que el sonido indicara que se había realizado la captura, la esfera voló hacia mi mano y la agarre casi tirándola por error, los zubats alrededor comenzaron a realizar gritos extraños, la cantidad de ellos había bajado considerablemente gracias a la policía y algunos de los chicos del grupo pero aun asi era una cantidad aterradora, los 3 que nos estaban atacando comenzaron a revolotear furiosos sobre nosotros haciendo algunos sonidos extraños. -No tendría que haber hecho eso verdad?- dije al notar como los 3 murciélagos se dirigían hacia mi chillando. Uno de ellos hundió primero sus colmillos en mi brazo probándome una marca morada, antes de que el segundo pudiera herirme lance a Mitzah frente a él y me cubrí como pude del último.
/Resistencia de la plantita/ [dice]0[/dice] /Resistencia Olivia zubat nº5/ [dice]1[/dice]
Cai sobre mis rodillas viendo como mi piel se tornaba violeta por las marcas de las mordidas que había recibido de las criaturas. -Ojo por ojo, diente por diente -comentó el tipo encapuchado mirando su serpiente noqueado para luego dedicarme su total atención, comencé a moverme hacia atrás arrastrándome en el suelo tratando de quedarme lo más alejada de él posible. El sujeto siguió hablando, esta vez dirigiéndose a mi y mis marcas, como lamentaba que no me hubieran quedado muchas más, mientras decía eso el resto de los zubats comenzaron a hacerlo elevarse por el aire. Antes de desaparecer el sujeto arrojo una última amenaza al señor exorcista antes de desparecer en las alturas o como sea. -Eso fue demasiado para mi.- solté un suspiro de alivio al ver que ya no estaba.
Quedamos en silencio con la chica de cuero marrón y su amiga cirquera, los otros monjes se acercaron a ellas dispuestos a atacarlas o algo, fueron momentos de tensión hasta que una cosa extraña salió de los árboles y se las llevo volando a gran velocidad.-Alguien mas quiere salir volando de la nada? Mitz? Zubat recién capturado? Arbok posiblemente muerto?- Comente viendo esta extraña escena.
El monje bajo desde la torre hacían donde estábamos nosotros, luego de cruzar palabras con la chica del piedrito ordeno a sus monjes que nos ayuden a los que estábamos heridos y termino invitándonos a la posada donde estaba para poder hablar y pedirnos algo. Me levante como pude del suelo sacudiéndome la tierra, tome el frasco que el doctor me había dado y lo bebí haciéndome sentir mucho mejor que antes.- No se ustedes pero esta belleza hegemónica se lastimo demasiado por un día, prefiero ir a donde me puedan atender mis heridas, señor exorcista, espérenos!- Exclame, me di vuelta y mire al resto. -Alguno me sigue?-
El doctor me ayudó a levantarme del suelo, y me entregó un frasquito con un líquido verdoso, prometiendome que si lo bebía me sentiría mejor. Los brazos y la espalda aun me ardían bastante, por lo que decidí tomarla. El ardor y algunas marcas de quemadura desaparecieron al instante.
El hombre del arbok hablaba, mas que nada con Sabael y Olivia. Amenazándolos a ámbos. Luego de eso, varios zubats lo rodearon y se lo llevaron.
El silencio fue interrumpido por Rhiannon, que interrogaba a su compañera cirquera sin obteber respuestas. Me acerqué a mi compañero, convencido que esto aun no terminaba, cuando algo vino volando y se llevó a la extraña mujer y a Evelyn.
Cuando el peligro terminó, me agaché junto a mi compañero, acaricié su cabeza y lo abracé por un momento, aunque el reto era inevitable: -No vuelvas a hacer algo como eso!! Si te llegara a pasar algo no me lo perdonaría- Por un momento me vi como mi vieja, el día que me escapé de casa con tan sólo 5 años porque quería ser entrenador. Pero, en mi defensa, soy un poco madre de Trebor, nació en mis brazos después de todo.
Me levanté, sonriéndole al valiente scraggy a mi lado, los monjes seguidores del tal Sabael se estaban ocupando de los civiles heridos, mientras que Sabael nos invitaba a una posada a reponernos y hablar. Hablar.... Si, sin dudas necesitaba algunas respuestas, la anciana no había dicho demasiado. Y con esta nueva visita de los encapuchados, mis dudas sobre lo que pasó aquel día crecieron.
Pisé el borde de mi skate para levantarlo. -Vas a tener que caminar Treb, al menos que quieras entrar acá-, dije, sosteniendo su pokebola. Mi compañero negó con la cabeza y comenzó a caminar lentamente. -Bueno, como quieras. Igual te aviso que los días de viajar alzado se terminaran tarde o temprano, 12 kilos es demasiado para mi, no tengo los brazos de él.- Dije, señalando hacia Cole con la cabeza y riendo. Algunos del grupo ya comenzaban a caminar, guiados por el monje. -Nosotros también vamos-, respondí a Olivia. Y fuí tras ellos.
-Cierto que ustedes ignoran nuestra relación con los pokémon. No, la relación de los pokémon con nosotros...- dijo el hombre en medio de un sermón, luego de que Olivia atrapara uno de los murciélagos y el resto de la colonia la atacara.
-Nosotros la ignoramos?!- grité con rabia. -Vos los estás usando para atacar a gente inocente, como si no valieran más, sumpain!- lo insulté, aunque Collie aún me cubría parte de la visión. Recién pude distinguir lo que estaba sucediendo cuando su figura se elevó llevada por los murciélagos, con una última amenaza.
Hubo un silencio, al fin el ataque había terminado. La chica de los Spheals conocía a la otra mujer? Nonnie y Sabael se pusieron a discutir con ellas, pero algo me distrajo completamente. La serpiente. Había quedado donde había caído. El hombre ni se molestó en llevarla.
-No...- Caminé hasta ella sin pensarlo, aunque le tenía miedo... ese pobre pokemon... -Bakit...?- Me arrodillé a su lado, estiré una mano con duda y acaricié las escamas, calientes por el sol pero sentía el frío de su cuerpo por debajo. Tuve un nudo en el estómago hasta que percibí el movimiento. Respiraba. Entonces también pude volver a exhalar tranquila. -Cómo puede ser capaz, después de lo que dijo... Mapagkunwari, quién se cree.- murmuré cerrando los puños, mis ojos ardiendo con lágrimas de nuevo. Atlas estaba de repente a mi lado, llamándome la atención con su hocico, gimiendo. -No, hiciste bien... Perdón.- Lo abracé, esta vez sin prestarle atención a los rastros del veneno secándose en su pelaje.
Hubo un zumbido que me hizo abrir los ojos y noté que las dos chicas habían desaparecido. Sabael se acercó a Nonnie, que parecía bastante enojada también, y luego de observarla, le indicó a sus monjes que nos ayudaran. Atlas me hizo notar la pequeña botella a mi lado y señaló al curandero. Asentí, secándome los ojos antes de que nadie me viera, y me obligué a tomar la poción. Tenía el sabor asqueroso que acostumbraban las mezclas que los curanderos de la comunidad hacían cuando alguien se enfermaba o lastimaba demasiado en la pesca, pero por eso mismo sabía que iba a funcionar bien.
Sabael nos ofreció un lugar para descansar y hablar de... algo. No quería pensar en más proporciones ahora, nos estábamos quedando sin opciones, después de eso. Al menos prometió ayudarla a Nonnie...
-Hay que llevarla al Centro, o algún lugar donde se pueda recuperar, no hizo nada para merecer esto.- les dije firmemente a todos, en especial a los monjes, señalando la víbora. -No vamos a dejarla herida acá,- miré a Collie, -vos podés cargarla.-
Contra lo que hubiera sido prudente en aquella situacion (AKA no estupido), me quede congelado ante la reprimenda de Day. Parte de mi hubiera gustado devolverle los gritos, decirle que era una pendeja de mierda y que solamente estaba haciendo lo que tenia que hacer, pero... no, sabia que no era el momento. En mi panico de evitar que nos cayera el veneno encima me habia olvidado...
Vamos haciendo lista de las pelotudeces que haces por dia? O no hay suficiente memoria para eso?
-Si... ya se que te podes defender sola. -Trate de sonreír, no se que tan bien me salio. -La próxima traete un paraguas mejor.
Sin embargo, en el tiempo que llegue a decir eso todo había terminado. Una ultima ráfaga de ataques le cayo encima a Olivia, pero estaba demasiado lejos para poder ayudarla, y de cualquier forma los bichos desaparecieron después. A decir verdad no tenia la mas mínima idea de que mierda estaba pasando, quien eran los que nos habían atacado o por que, pero...
Dios, que paja.
-Yo estoy bien. -Le dije a los monjes que se nos acercaron. -Ayuden a los demás.
Mientras las cosas se tranquilizaban me acerque a Maradona y le puse una mano en la... frente? El muy hijo de puta parecía que se iba a quedar dormido de nuevo, aunque esta vez mas de cansancio que de haragán. Lo devolví a la Pokebola, aunque no antes de susurrarle que había hecho un buen trabajo.
Para cuando me di vuelta los demás parecían haberse juntado en un lugar, y estaban hablando con aquel hombre raro. Al parecer nos iba a ofrecer un poco de hospitalidad, lo cual sonó tan familiar que no pude evitar suspirar. Realmente espero que no sea otra trampa mortal o algo así.
-Vos podes cargarla. -Me dijo Day secamente, señalando a Rhiannon.
-S-si... supongo que puedo. Uh... -Trate de decir algo mas, pero sentía la garganta seca. -Ahi... yo me encargo.
//Fuerza+Atletismo para llevar a Nonnie. Al pedo, aunque seria gracioso si sale pifia// [dice]0[/dice] [dice]1[/dice]
