-No se ve una mierda- dije tosiendo el humo negro que el pokemon caballito de mar seguía lanzando mientras giraba y cantaba una cancion que no conocía- Para un cacho que no vemos nada- le dije tosiendo.
//Pantalla humo// [dice]0[/dice]
Pero el pokemon seguía girando sobre su eje y cantando, mientras seguía escupiendo un humo, que creaba figuras de pokemon marinos que no conocía, estas se desaparecían en toda la humareda.
El tipo nos amenazo desde el humo
-Vas a tener que buscar una mejor amenaza que esa- le dije burlonamente mientras contenía la risa, este tipo es graciosisimo- Hace lo que querías gilastrun, me chupa tres huevos la gente del edificio- dije mientras me limpiaba las lagrimas- si fuera por mi, te podrías hacer un enema con la piedra de mierda esa, pero sucede que eso se interponía, entre mi y una pila de dinero, ah, y ni se te ocurra tocar a la chica.
Tantee entre el humo a toda la gente que pude.
-Por lo pronto tiremos la de humo y rajemos, si si ya se, pero no pude evitarlo- dije tomando del brazo al que creí que era Daichi e intente salir de la habitación con el caballito de mar abajo del brazo.
Ese Nidoran de mierda... bueno no, no es culpa del Nidoran pero aun así, que mal timing siempre. ¿Por que no podía ser otra cosa? Un Psyduck, un Seal, un.. Mr. Mime? No, ese mejor no. Recuerdo la ultima vez que vi uno de esos; nunca me había sentido tan aterrorizado en mi vida.
Le di una palmadita en la espalda a Day. Sabia que mas de eso la haría sentir peor, capaz. Bah, al menos así era conmigo, odiaba que me miren con lastima o preocupación cuando algo malo me pasaba. Al menos ahora teníamos una oportunidad de relajarnos por al menos una hora y encontrar a alguien que nos lleve a aquella isla.
-No te preocupes, con eso alcanza. -le dije. -El nene esta bien, no? Les parece contarnos un poco sobre la isla mientras comemos algo? Llegamos recién y no tuvimos mucho tiempo de mirar alrededor; tenemos tiempo limitado para... bueno, ya.
Que hambre que tenia, la puta madre. Igual, no hay que relajarse. Si bien esta mujer parece que es buena onda y nos quiere dar algo para desayunar nada dice que no va a traicionarnos, o capaz vamos a encontrarnos a algunos de esos hijos de puta que nos atacaron antes en el camino. Realmente no quiero, pero hay que estar preparado. Tocar madera, supongo.
-¡Ey!... ¡Ella no te hizo nada!- grité a la habitación llena de humo. El jóven que nos atacaba parecía estarse moviendo en círculos alrededor nuestro.
Me cubrí la nariz y la boca, me acerqué hacia donde estaba la chica inconciente y me agaché a su lado. Las heridas no parecían graves, pero eso no me hacía sentir mejor. Cuantas mas.... Cuantas veces mas la gente va a salir lastimada por mi culpa? Nunca logré entender porque me muevo tan rápido cuando alguien me ataca a mi, y me cuesta tanto reaccionar cuando alguien cercano puede salir lastimado. Si hubiera reaccionado tan sólo medio segundo antes, seguramente ella estaría aca...
El recuerdo de aquella noche amenazaba con invadirme... Negué fuertemente con la cabeza y volví a enfocarme en Luca. Traté de hacerla reaccionar con suaves golpes en su mejilla, y respiré aliviado al ver que abrió parcialmente los ojos.
Busque en mi mochila el pañuelo con el que mantenía caliete el huevo de Trévor y se lo até cubriéndole la nariz y la boca. El pequeño pokémon de Ace seguía llenando la habitación de humo, parecía disfrutarlo.
Sentí una mano en mi espalda, Ace nos hacía señas para salir de ahi mientras el humo nos cubría, sonreí ante su comentario y como pude, levanté a la chica en brazos. El doc venía atras nuestro, con Trévor, por lo que mi mente estaba netamente enfocada en salir de esta habitación.
Seguí a Ace caminando torpemente y tratando de no caernos. Fueron los 40... 50 pasos mas complicados de mi vida, sin duda.
El idiota de la capa no parecía querer rendirse, aunque mis palabras si le habían llegado. Que tipo tan sensible.
Nos dio a entender que usaban Pokémon para mantener la electricidad del lugar. Dentro de todo le encontraba la razón, pero ¿qué puedo hacer? ¿Darle la piedra para que en unos días siquiera haya Pokémon o humanos? ¡A la mierda!
Ace liberó a su horsea creando una pantalla de humo. Preciso, lo que necesitamos amigo. No podía respirar casi, había sido todo muy repentino. Pero era nuestra oportunidad.
Apenas podía ver, pero noté que la rubia había sido atacada por el dedenne…
Maldito bastardo, cuando pensé en ir hacia ella, león ya estaba allí, por lo que rápidamente tomé a su Pokémon y salí corriendo a toda prisa junto a ger. Pero…¿hacia dónde estábamos corriendo?
Se escuchaban explosiones y ruidos por todas partes. Hijos de…aunque les diésemos la piedra habrá gente herida… ¿Intentar salvar a todos o intentar salvarnos? Intentar salvar a todos era una locura ¿cuántos más de ellos había? ¿Cuánta gente tendría que evacuar?
No sé cómo se lo tome ger, pero tenemos que correr, acá debe haber guardias para cuidar a la gente, no podemos hacer todo. Ger no quería correr, pero comprendió la situación, teníamos que dejar esto en otras manos. Malditos no podíamos ayudar a nadie en el edificio… Ya nos vengaremos ¡ya nos puto vengaremos!
Mientras daba pasos cortos avanzando con cuidado, noté que ya no tenía idea de donde quedaba la salida.
Ante estas situaciones solo podía intentar pensar, mi físico no era mi fuerte y mis palabras no habían convencido al sujeto…
Vamos piensa, piensa… ¡tenemos que salir de aquí! ¿Vencer y tomarlo como rehén? Nah seguro estos tipos son unos suicidas y les da todo igual.
De repente pude ver como cierta masa de humo se deslizaba hacia arriba donde estaba la rejilla… ¡Eureka!
Dejé a Trevor en el suelo, saqué una de las dos medicinas de hierba que había creado en el avión y tomé mi pipa mientras prendía el encendedor.
Usar el campo a tu favor en las batallas, siempre se lo escuchaba en la tele a un tipo genial pero que nunca ganaba nada.
Prendí la pipa, aspiré con todas mis fuerzas para luego soltar el humo con todas mis malditas fuerzas, repitiendo el proceso a cada paso que daba mantenía un humo blanco a mi al rededor el cual se movía siempre hacia donde mismo...
Hacia donde obviamente estaba la salida!
Maldita sea esto salga bien o no, alguien me va a tener que llevar al hospital…
Desayuno, mi familia estaría muy alegrada de que coma algo que no esté lleno de azucar y tenga un valor protéico. Lo bueno es que ya se confirmó que no me iba a agarrar diabetes.
-Está claro, que esta es la mejor manera de solucionar todo. Ofrecer desayuno y transporte. Además, mis padres tenían razón, no puedo vivir a base de masa cruda de pizza, los caramelos que saco de mis bolsillos, necesito algo de comida de verdad cada tanto dije, empezando a seguir al resto de la gente hacia donde comeríamos lo que esperaba que fuera una comida casera.
-Espero que puedas usar esa red para atrapar algo delicioso, hace mucho que no como pescado, ni carne- dije mirando a Darya
Seguimos a la mujer hasta su casa caminando en paralelo al mar. En un momento se detuvo y miró a nuestras espaldas. Una columna de humo se elevaba hacia el cielo, pero no le dio importancia, comentándonos que en verano los incendios pequeños eran cosa normal, por lo que no tendríamos que preocuparnos. Nos preguntó por nuestros nombres, y me habló bastante a mi, preguntándome por cómo estaban los demás, Segis, y todos ellos. Le mentí, diciéndole que estaban todos bien, y no me sentí contenta con hacerlo. En cuestión de minutos nos detuvimos en pleno puerto, entre barcos atracados y lanchas cargadas de cosas. Poco a poco el sitio cobraba más vida, con más locales abriéndose y personas cargando contenido en navegaciones. Sin embargo, nos miramos entre nosotros, confundidos. -Ah sí -dijo Mara avanzando por un muelle- No les dije pero no vivimos en una casa convencional -el niño se adelantó a ella, trotó y saltó sobre uno de los barcos estacionados, seguido de sus dos pokémon. Era mediano, más largo que alto, y de color blanco y celeste. No sabía de barcos pero... parecía estar bien para que en él habitaran dos o tres personas- Pasen, adelante -nos terminó diciendo con una sonrisa- Y no se asusten por el movimiento. Les aseguro que se van a acostumbrar.
Sí, se movía, un poco. No estaba acostumbrada a barcos y cada tanto instintivamente me aferraba a una pared, una baranda, un mueble, lo que tuviera cerca, porque me daba la sensación de que me caería. Picard en cambio parecía disfrutarlo, saltando de un lado al otro cuando el barco se inclinaba levemente. El interior del lugar era... más acogedor de lo que esperaba. El techo era bajo, pero creo que Cole podía caminar sin darse la frente contra algo si tenía cuidado. Las ventanas no dejaban entrar mucha luz, pero Mara lo solucionó abriendo las cortinas. Había una pequeña cocina, una mesa aferrada al suelo, un sillón largo contra una de las paredes, libros, una radio. Detrás nuestro, para lo que sería la parte de atrás del barco, había una pared con dos puertas. Supuse que serían el cuarto y el baño. -Sientense, ahora les sirvo algo. Perdón por el desorden. Ahora que lo decía, sí, algunas cosas parecían desordenadas. Libros abiertos sobre la mesa, una frazada tirada sobre el sillón, muñecos de distintos pokémon y piedras de colores (con los que ahora jugaba Nao) tirados por el suelo. No pude evitar notar que había algunas fotos sobre la estantería donde estaban los libros. Algo me llamó la atención: Mara no estaba en ninguna.
-Bueno, vayan contándome, si no entendí mal dijeron algo de que estaban apurados, ¿no? -la mujer se movía rápidamente, dejando cosas sobre la mesa. Me ofrecí a ayudarla pero negó con la cabeza. Una canasta con panes, una jarra con jugo, varias bayas sin pelar. Se detuvo un par de veces a buscar cosas, y creo que terminó desistiendo en encontrarlas- ¿Por qué tanto apuro? Ah, no vamos a entrar en la mesa -los que pudieron habían tomado alguno de los cuatro bancos disponibles. Los que estábamos parados no teníamos más opción que compartir con otro, bastante apretados, o sentarnos en el sillón alargado- Puedo estar parada, no se preocupen. Como les dije, lamento las molestias que Nao les ocasionó, ha estado teniendo... días difíciles, espero lo entiendan. ¡¿Nao, quieres una baya?! -el nene se volteó a mirarla, la ignoró y siguió con lo suyo- Bueno... ¿a dónde van? La mayoría de los capitanes que conozco están en otra isla o no están queriendo partir, dicen que el mar está difícil de domar, pero no creo que sea imposible... Ah Rhiannon -la miré con un pan en la boca- De casualidad... ¿Segis no te pidió entregar un mensaje a alguien o algo? -Ehm... no -respondí rápidamente- ¿Por qué? -No, por nada. Noté al nene mirándome fijamente, con cara de nada. Cuando notó mi mirada, giró la cabeza y siguió jugando.
Por algún motivo el horsea de Ace seguía soltando humo alegremente, totalmente compenetrado en ello. A su alrededor, en cambio, el escenario era confuso, y apenas era visible. Entre la tos, el humo y las lágrimas en los ojos, a los entrenadores se les dificultaba ver algo mucho más allá de un metro delante suyo. Ace llegó a agarrar a Daichi con una mano, y Leon se aproximó rápidamente a Luca, que seguía consiente a pesar del ataque que había recibido del sujeto, del cual ahora se desconocía su ubicación. Sus pokémon también estaban escondidos entre el humo. -No creo... sea bueno quedarse -dijo la chica con dificultad. El muchacho se le agachó a un lado para intentar levantarla pero parecía nervioso, distraído por algún motivo, y se le dificultó hacerlo- No, dejá, puedo -mintió. La reportera comenzó a arrastrarse por el suelo, intentando levantarse con cada paso que daba en medio del humo. Tenía una sola mano disponible, pues con la otra usaba el pañuelo que el muchacho le había dado para ayudarle a respirar.
Ace y Leon avanzaron en el humo, totalmente convencidos de que iban a algún lado, mientras tanto, el doctor se quedó atrás, observando atentamente hacia dónde parecía ir el humo. No era una mala idea, algo rebuscada, pero no carente de lógica. Sin embargo le jugó en contra. El humo blanco que soltaba de la pipa se diferenciaba entre el resto del humo gris y delató su ubicación. Antes de que se diera cuenta, el luxio saltó contra una de sus piernas y clavó sus dientes en ella.
//Bite 20 + 20// [dice]0[/dice]
-Este... creo que esa no es una persona de verdad... -Daichi notó que Ace estaba frente a frente a un retrato de un anciano, posiblemente algún antiguo miembro de la compañía. Mientras tanto Leon, tanteaba la pared buscando la puerta, o alguna abertura. Lo único que pudo encontrar era la perilla de la luz, que lógicamente no servía. El arqueólogo miró las pokebolas en su cintura. Se sacudían violentamente- Ehmm... ¡Agachense! -gritó el muchacho arrojándose al suelo. De sus pokebolas se dispararon dos rayos de luz rojos, que cobraron la forma del par de phanpys que le pertenecían. Sin dar un respiro, los dos pokémon comenzaron a girar sobre si mismos y a golpear cosas a su alrededor, sin discriminar. Dieron contra el dennene, contra una lámpara, contra el techo, una pared, casi contra la mano de Leon, contra el sujeto que se quejó con un insulto, contra el horsea, contra la puerta y finalmente contra el mismo Daichi, dos veces, probablemente a propósito. -¡Ay! ¡Ay! ¡No hacía falta eso!
El humo comenzó a disiparse al abrirse un hueco en medio de la puerta. Una alarma empezó a sonar desde no muy lejos, y llegaron a escuchar gritos de gente.
-Estábamos en paz pero...-el hombre surgió de entre el humo, acariciándose un brazo. Estaba parado no muy lejos de Pócrates- Si llegamos a un acuerdo podemos hablar con los pokémon que están haciendo explotar este lugar y minimizar los daños, y claro, dejarles ir tranquilos. El señor me convenció en no atacarlos al principio revolviendo mis memorias de la infancia, pero ¡estamos en el presente y un gran futuro se acerca!
El dennene se elevó en el aire de un salto, y lanzó su ataque directo a Lucrezia, que apenas estaba arrodillada no muy lejos de la puerta.
//Parabolic Charge 15 + STAB (+15) x2 por charge// [dice]1[/dice]
-¡El sublebamiento de los pokémon! ¡La llave que nos permitirá el mundo que anhelamos! ¿Y creen que pueden hacer algo? ¿Y creen que esto apenas comenzó? No, no, empezó hace mucho tiempo.
Salir de la habitación fue mas dificil de lo que creimos. Avanzamos hacia dónde creiamos que estaba la salida, pero terminamos chocando contra una pared.
-Ehmm... ¡Agachense!- reaccioné al grito de Daichi arrodillándome en el suelo y tirándo de la mano de Luca para que me siguiera.
De su cintura salieron dos rayos de luz rojos y las dos phanphys del arqueólogo comenzaron a rodar por toda la habitación, hasta finalmente dar con la puerta y romperla, permitiendo que salga asi el humo.
Una vez que el humo se disipó pudimos ver nuevamente al hombre que nos atacaba. Intentaba convencernos de que llegar a un acuerdo con él era lo mejor tanto para nosotros como para el resto de la gente del centro de comunicaciones y, sin esperar una respuesta, el pequeño roedor eléctrico lanzó una descarga a Luca. Rapidamente me interpuse entre la chica y la descarga, aguantándola lo mejor posible.
//Resistencia// [dice]0[/dice]
Cai de rodillas hacia adelante, apoyándo mis manos en el piso, con la vista fija en el ratoncito, provocándolo con la mirada... Eso es lo mejor que tenés?, pensé. Me habían golpeado mas fuerte, y cosas mas grandes que ese ratoncito a lo largo de mi vida. Trévor vino inmediatamente a mi lado preocupado por la descarga que acababa de recibir, le sonreí acariciando su cabeza para despreocuparlo y, como pude me levanté.
-Sabés, -dije, dirigiéndome al hombre de voz distorcionada- un sabio me dijo una vez que no se trata de negar el pensamiento diferente, sino de integrarlo y combinar ámbos. Pero... Por mas que lo intento no logro integrar la idea de ustedes de extinguir a la humanidad, te diste cuenta que sos humano, no?
-Ahora bien, -continué- seguramente lo mas inteligente sería dárte la piedra y salvarnos, tanto a nosotros como al resto de la gente...
Hice una breve pausa para meter un poco de dramatismo y miré de reojo a mis compañeros, esperando que no me esten odiando por esto. Apoyé una mano sobre la cabeza de Trévor y proseguí:
-Pero hay un problema... Nunca me caracterizé por ser una persona inteligente!-
Trévor salió velozmente a atacar a la bolita eléctrica sin necesidad de pedírselo. Nos estábamos entendiendo mas.
//Feint-Attack 20 (+stab) + 20 al dedenne// [dice]1[/dice] Feint-Attack golpea siempre, por ende los ataques que bajan la precisión no lo afectan... 95% seguro (?) )
La alarma seguía sonando, asique supuse que la policía pronto llegaría al lugar para ayudar a las personas del lugar, y nosotros... Si nos metimos en esto estoy seguro de que si, creo que podemos hacer algo para impedirlo.
La casa de la mujer era preciosa. Si bien los cimentos de Pacifidlog eran más firmes, siempre estaba esa emoción de saber que estaba casi caminando en el agua. Recorrí el lugar con mis pasos siguiendo y adaptándose el suave vaivén de las olas, era como una danza. Ah, extrañaba estar arriba de un bote. Lamentablemente tuve que guardar a Achlys y a Atlas antes de subir o no entraríamos, el segundo estaba especialmente triste por ello.
-Muy lindo lugar!- comenté mientras la mujer nos servía comida. -Es una hermosa embarcación, viven hace mucho acá?- Estaba muy bien mantenida, aunque se notaba que no era especialmente para navegar.
Nos empezamos a acomodar y sentar, aunque algo apretados, me sentía casi como en casa acá adentro. Tuve que compartir una banqueta con Nonnie y me quedé mirando afuera al mar luego de servirme un poco de jugo, agarrar una baya y un trozo de pan. La mujer le preguntó al niño si quería comer algo pero este no le respondió, él se lo pierde, con esa actitud hacia su guardián. Entonces nos preguntó qué era lo que estábamos haciendo y por qué el apuro.
-Trabajo.- contesté algo distraída mientras me mecía al compás del barco. Ah, eso capaz no era la mejor respuesta. -Em, es algo muy aburrido, no querría tener que escucharlo.- me reí en seguida. -Pero díganos, varias personas han mencionado eso de que el mar está peligroso...- Al menos acá en la costa, no podía sentir ninguna perturbación. -Sabe si eso... ha afectado la fauna?- no pude evitar preguntar. Necesitaba saber si lo que nos escribió el tal Enzima era correcto, si Liwanag se seguía encontrando en la otra isla.
Me di la cabeza contra el techo apenas puse pie adentro. Genial. Parece que este barco no estaba diseñado para gente de mi tamaño, evidenciado por los dos que vivían acá. Day sin embargo se veía como si estuviera en casa. Bueno, si, me recuerda un poco a Pacifidlog pero dudo que me fuera a causar tanta nostalgia como a ella. Ya muchas veces me caí sin querer al mar porque el metro de ancho del piso estaba mojado y me resbale. Quien mierda diseño eso.
Me metí la mitad de comida en la boca antes de que terminara de ofrecérmela. Bueno che, hay hambre, y yo tengo que comer bastante mas que los demás; estos fierros no se mantienen solos.
-Trabajo es... una forma de decir. Mas bien pensalo como uno de esos trabajos que agarras porque no tenes otra opción y hay que pagar las cuentas... y no morir. Algo tipo retail. -Me tome la mitad de mi vaso de un trago. -Ahh... por eso andamos medios apurados, tenemos un limite de tiempo y ni siquiera sabemos cuanto tiempo nos va a tomar lo que tenemos que hacer.
Justo entonces Day empezó a preguntar sobre los fenómenos raros que estaban pasando alrededor del mar. Normalmente no me hubiera interesado mucho, pero considerando todo lo que no estaba pasando y aquel quilombo con la llave, me daba algo de curiosidad la respuesta que nos daría. No solamente eso, la notaba a la ñora algo... nerviosa? Casi parecía tan apurada como nosotros. Fruncí el ceño. Sentí que había algo mal acá.
De la nada sentí un doloroso mordisco en la pierna derecha, caí de rodillas apoyando mis manos en el suelo para no arruinar mí ya demacrado rostro, pero aun así no solé mi pipa de la boca. Creo que estar tan drogado en este momento es de gran ayuda-dije solo sintiendo la pierna dormida. Ger tackle 15+15 [dice]1[/dice]
Mientras Trevor iba con su entrenador, ger se lanzó al ataque del lince. Seguramente le había sido imposible detectar el olor de su rival por culpa del humo.
Mientras esto ocurría vi que a unos metros cinco elefantes comenzaban a dar vueltas por la habitación, mientras giraban, unas chicas afroamericanas con togas griegas comenzaron a cantar, su melodía me sonaba de algo…del torbellino salió un duende gigante que al abrir la boca escupió hacia mí un arcoíris.
Oh… oh no diosa limo otra vez no… Del remolino apareció un chikorita andando sobre un Rapidash junto a una Braixen. Atrás a su lado, había dos machoke vestidos con armaduras, yelmos y levantando un estandarte. Todos rodeados por un brillo mágico. -Pueden retigagse–dijo chispeando con el... ¿brazo? -. Aunque no lo pagezca este tipo es de confianza. Los guardaespaldas asintieron y desaparecieron junto al brillo que los caracterizaba. El ser descendió del hermoso caballo con ayuda de un Mr Mime. Era más o menos del porte de mi cabeza, Tenía una peluca blanca y una corona sobre esta.
Mígame, soy lo mejor que te ha pasado en la vida, no puedes decig lo contrario. –dijo acercándose mientras aparecía una alfombra roja bajo sus pies. En ese instante el Mr. mime tocó una trompeta, era una melodía bastante harmoniosa para ser sincero, me recordaba al mar. -Te dije que quegía una canción de KALOS… -Lo siento mi señor pensé que le gustaría y qu--- -Recoleta! Pellegrini! –dijo sin siquiera mirar al otro Pokémon.
-No! mi señor por favor tengo que alimentar a mi familia, tengo cinco hijos y --- En ese instante vi como los machoke aparecían uno a cada lado y se lo llevaban arrastrándolo. -Bueno volvamos a comenzag. Mi nombgre es Lord Chikogita S'il vous plait Gardel III Mmmhh a ver a ver. Ese caracho, esos ojos caídos. -dijo agarrando mis parpados-. Eges medio porfiado de cara. ¿Y eso qué diablos es? –dijo revoloteando cerca de ger-. Mmm… aaa un ditto accidentado, pobre, seguro te atropellaron de pequeñito, pero bueno, eso da igual por qu--
Ger se había tragado al chikorita, solo su hoja salía de su boca, algo que me había alegrado bastante. Pero el ser se materializó nuevamente a la altura de mi oreja. -Eres feo como pegarle a la mama, pero que va, de seguro naciste para que yo haga gala de mi gran humildad y simpatía.
bueno ya me voy porque esa preciosu- Pero para nuestra sorpresa, la Braixen se fue junto a los machoke a toda prisa, mientras nos miraban con sonrisa burlesca. -Bueno de seguro que vuelve, yo sé que me ama… Ger y yo nos quedamos en silencio mientras el rapidash y la zorra se perdían en brillos mágicos por el cielo. Sin mover la cabeza miramos al extraño chikorita intentando aguantarnos la risa. Estaba a punto de lanzar mi típico comentario sarcástico hasta que para mi sorpresa el diminuto ser se puso a llorar. Daba vueltas por el suelo mientas se agarraba la hoja con fuerza cubriéndose la cara. -¡Mírenme! –grito rodando por el suelo perdiendo todo su acento. ¡Soy un tubérculo de mierda! -sorbeteo- ¡qué carajo es esta hoja que tengo en la cabeza! –. Y estas protuberancias que tengo en el cuello, parezco vendedor de comida rápida. Con razón siempre escogen al cocodrilo ritalín o la zuricata con petardos metidos en el cu- -Oye tranquilo, ¡yo creo que eres genial –dije para que se callara de una vez por todas. - ¿Lo dices –sorbeteo- en serio? –dijo secándose las lágrimas con un montón de billetes. -Emmmh a…..e…..sí amigazo ¡obvio!
-Pff bueno tienes razón, -dijo poniéndose rápidamente de pie-. Seguro que la chica se fue por que vio que yo era mucho para ella. - ¿Y tu caballo? Podrías tomar un bondi acá en la esquina y… Aah eso da igual, si quiero me compro cinco. Bueno amigazo, me retiro por ahora, al parecer no el caigo bien a nuestro otro compañero. -Ger es una amargada todos le caen mal. No, no. Al otro que nos está mirando –me dijo poniéndose serio por primera vez.
Caminamos junto a Mara de forma paralela al mar, se detuvo y miró hacia atrás, me di vuelta también parecía que había un incendio, la mujer le quito importancia, según ella era normal que esto ocurra en esta época o por lo menos eso entendí yo. Seguimos caminando y nos preguntó nuestro nombre, la mayor parte de la conversación se centró en Rhiannon por lo que me interesé mas en caminar tranquila.
Estábamos en medio del puerto, comenzábamos a ver más movimiento, había bastantes bebus en el lugar, el resto parecía confundido por algo, yo esta pensando en volverme capitana en la marina o algo.
- No les dije pero no vivimos en una casa convencional –
-Que?- pregunté volviendo a la conversación, el pequeño ladrón salto a uno de los barcos seguido de los pokemons, vivian en un barco, interesante forma de vivir, si odias a tus vecinos te moves de lugar y listo. Subi con cuidado de no caerme, había visto muchas viviendas en mi vida pero creo que un barco como casa era la primera vez, por lo menos que yo recuerde.
Tome uno de los asientos de la mesa mientras el resto se iba ubicando en distintos lugares para poder entrar, tome un par de bayas y jugo, la mujer nos había preguntado porqué estábamos tan apurados, la respuesta de todos fue trabajo, asentí sonriendo, la mentira de ellos no estaba tan errada. Estaba más interesada por el tema del mar, por qué estaría tan complicado? –Y qué hay de los pokemons?- pregunté.
Mara hacía preguntas como si supiera algo que nosotros no supieramos. Apenas Mara preguntó sobre un mensaje, dejé de comer, tratando de que parezca natural.
/*Percepción +detección por que sospecho que se viene bardo y por bardo no me refiero a Mel*/
[dice]0[/dice]
[dice]1[/dice]
-¿El mar está peligroso por ataques de Pokemon o por que hay una banda de piratas que ataca a los barcos? ¿Estos piratas hipotéticos, necesitarán un líder con grandes dotes musicales? - pregunté, tocando la Pokebola de Plastic Love, tenía que tener cuidado.
Bite a Pócrates -> Pócrates resiste como si tuviera pata de metal, pasan 0 heridas Parabolic Charge a Lucrezia -> Leon defiende con 4 éxitos, pasan 4 heridas
Feint Attack a Dennene -> 1 éxito resistencia, Pasan 10 de daño Bubble a Dennene -> -1 éxito resistencia, pasan 40 de daño
Tackle a Luxio -> 2 éxitos resistencia, Pasan 15 de daño Bubble a Luxio -> 0 éxitos resistencia, Pasan 30 de daño
Leon tiene 4 heridas Dennene tiene 50 de daño Luxio tiene 45 de daño
