El callejon aun olia a metal y cenizas, un aroma que impregnaba el olfato de los entrenadores que estaban parados en las penumbras. La zona residencial de Nimbasa no estaba tan iluminada como el resto de la ciudad, con solo unos cuantos faroles de luz amarillenta generando contraluz en las siluetas de los jovenes que aun miraban el punto exacto en el cual sus compañeras habian desaparecido en una nube de humo negro y rojo. Nico reacciono primero como era costumbre, saliendo en su Pokemon al vuelo intentando ver algo por los cielos. El viento golpeo su rostro despejando su mente, aunque solo pudo ver las luces del centro de la ciudad y el movimiento del parque de diversiones al norte, asi como de los estadios en los limites de la ciudad. Desde esa altura y en una ciudad tan grande no habia forma de encontrar a cuatro personas. Mint por otro lado fue mas recatado y se acerco al muchacho que los enmascarados estaban atacando. Unas preguntas directas pero suficientes para que el muchacho moreno vuelva en si, a pesar de verse claramente shockeado por lo que acababa de ver.
-Mi nombre es...Anton y...yo trabajo preparando shows en el gimnasio...- Dijo el muchacho pasando su mano sobre las heridas que tenia en el brazo, no eran profundas pero el joven no parecia tener una contextura capaz de recibir mucho mas castigo. -Decian que...necesitaban a ese chico...- El muchacho señalo uno de los carteles que estaban pegados en las paredes. Antes de voltear a mirar, los entrenadores sabian a que se referia: Los enmascarados estaban buscando a Ian tambien.
Ayudaron a ponerse de pie al muchacho, quien les dio a entender que estaba bien y que preferia volver a su casa en lugar de pasar por un hospital. Tambaleando un poco pero con lo que parecia buena salud, Anton se alejo y llamo a un taxi para poder volver a su hogar en el centro de la ciudad. Maxwell dio a entender que no podian quedarse quietos en aquel lugar mucho tiempo, aunque Nico no parecia haber encontrado nada en su vuelo, por lo que se lo vio aterrizar con el ceño fruncido. Cameron se puso de pie luego de quedarse agachado en el lugar donde Epiphone habia desaparecido, se lo veia palido, mucho mas que de costumbre, y con los ojos llorosos.
-Vamos a ir a buscarlas, no? - Pregunto el muchacho mirando uno a uno. Los entrenadores parecian tener eso claro, pero se los veia bastante agotados como para emprender una busqueda asi en ese momento. - Podemos cubrir mas terreno si nos separamos y barremos la ciudad en toda la noche, no?
Antes de que pudieran dar una respuesta, Mint encontro algo en donde habian desaparecido los enmascarados. Un trozo de papel garabateado con tinta negra.
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Observaron la lista por un momento mientras caminaban sin un rumbo fijo por unas cuantas cuadras de la zona residencial, con esperanza de encontrar algun rastro antes de volver al vehiculo. Sin saberlo habian pasado caminando sin decir palabra por espacio de casi media hora. Cameron observo la lista y le costo mucho poner en palabras lo que era obvio para la mayoria.
-La chica...la de la foto que encontraron la Van...van a ir tras ella..en Undella, no? -
Cuando el pibe dijo su nombre, sentí la pokeball de Ehre sacudirse un poco, por la primera vez en mucho tiempo. Era otro Antón, por supuesto, no era el apellido, pero su reacción me hizo dudar si no estaba tan perdida como temí. No sé si decir que eso me levantó el ánimo, pero algo así.
Noté que Max estaba mal, bueno, quién de nosotros no, pero me di cuenta que él se estaba esforzando de más al curar a Iba. Pude sentir el contacto que había tenido con su Maestro recién. Lo admiraba, la verdad, nunca perdía esa capacidad de ser gentil con la gente, incluso sanando una herida que yo ni me animaba a mirar, y el recuerdo de ese sonido me seguía generando una sensación desagradable que no podía terminar de definir. -Sé que querés hacer algo, pero no te exacerbes tampoco.- le dije con una palmadita en el hombro cuando terminó su trabajo.
Recorrí los alrededores con el resto del grupo, más por culpa que por creer que realmente íbamos a lograr algo; y porque necesitaba caminar, sabía que quedarme quieto en este momento implicaba dejar que mi mente se encargue de quemar lo poco de energía que me quedaba.
Cameron estaba más afligido que Frost, y por más que lo entendía, algo de su actitud me molestó. Supongo que Leti no fue el único que le encontró algún parecido a Alan. -No va a servir de nada.- le respondí, capaz demasiado seco.
Carlos me reprochó el modo en que le hablé, Leti también se detuvo al escuchar mi tono. Touss seguía acompañando a Frost, mejor así, pero el Gourgeist estaba poniendo en uso su afición por buscar cosas y ayudándonos. Traté de no frustrarme, sabía que no era justo, estaba enojado conmigo mismo por haber insistido en parar, con Nadia por hacerme venir, y con esos tipos por... todo. Respiré profundo para poner mis pensamientos en orden, ser lógico, dale, ella lo hacía bien en situaciones así, vos a veces también.
-Eso que los tipos hicieron... no sé exactamente qué fue pero no van a estar cerca, y no somos suficientes para rastrillar una ciudad así.- empecé con el tono más calmo que pude, pero sin sonar tan frío como antes. Si insistían podían quedarse y yo me tomaría un colectivo para seguir viaje... No eso es una estupidez. No sirvo solo, y ya me había repetido que Ian iba a estar bien. Por mucho que me costara, consideré la lista que Mint había encontrado. Si habían logrado secuestrar a alguien en el hotel de Undella, a alguien más que Ian, y asumo que el chico de recién era a quien tenían que "interceptar" del Gimnasio, entonces... -Nos conviene ir a Undella, al menos ahí vamos a saber en qué lugares buscar, sí.- le di razón en parte.
Lo estaba diciendo por egoísmo, para estar cerca de él? No me hacía gracia la idea de usar a Ian de carnada... No, no íbamos a hacer eso, o quería creer que no. A la chica esa tampoco, solo teníamos mejores chances de encontrárnoslos ahí si tenían blancos en esa ciudad.
...No?
Suspiré y me pase una mano por el pelo. Ni sabía qué de lo que estaba pensando era honesto.
-Ya sé que ninguno de nosotros quiere hacerlo,- le hablé al grupo, mirando a Nico en especial, que estaba más inquieto de lo que hubiera esperado, -pero lo mejor que podríamos hacer ahora es descansar y seguir mañana.-
-Gra... gracias- Contesté a Maxwell cuando curó mi brazo dolorido, aunque la verdad no me hizo sentir mejor.
El joven que los enmáscarados habian atrapado primero se fue como si nada, y nosotros nos dividimos para buscar alguna pista. Cameron queria ir a buscarlas ahora, pero era imposible, yo tambien queria, pero habia que afrontarlo.
-Ya sé que ninguno de nosotros quiere hacerlo, pero lo mejor que podríamos hacer ahora es descansar y seguir mañana.- Yannick tenia razón, no podiamos ir y buscar pelea en nuestro estado, no podriamos ganar aunque los encontraramos.
-Tiene razón...- Tomé aire, tratando de mantener la compostura -Aunque los encontremos... son más fuertes que nosotros, tienen ventaja... perderiamos- No podia creer que estaba diciendo esto. Miré mi mano, no habia notado hasta ahora que estaba apretando el puño. Intenté relajarlo y tratar de calmar mis emociones de nuevo.
... ...
Nada, no podia tranquilizarme y no podia pensar claramente. Caminé por los alrededores, pero nada, y no podia dejar de pensar en lo que habia pasado. Nitta... ella no queria venir, era mi culpa -perdón...- Epiphone... ella... ella... por qué... debí ser yo... -perdón...-
No se cuanto tiempo tardé en volver al callejón, pero al parecer el resto habia encontrado algo. -La chica...la de la foto que encontraron la Van...van a ir tras ella..en Undella, no?-
-Entonces tenemos que ir a Undella, cuanto tardamos en llegar?- Pregunté limpiandome las lágrimas.
La herida de Iba había sanado, o al menos la de su brazo… como costaba mantener el equilibrio, una cosa es estar con la mente calma y sin preocupaciones en un lago, y otra es estar en un callejón mugriento sabiendo que podrías haber hecho más para que no secuestraran a tus amigos, sino fuera por mi maestro no quiero imaginar qué hubiese pasado. Al final no soy más que un...
Sentí una mano en el hombro, una calidez que ya conocía.
-Sé que querés hacer algo, pero no te exacerbes tampoco- dijo Yann
Lo miré afligido, y no fue necesario decir nada, él ya me conocía.
Sopló el viento fuertemente en el callejón, una sombra enorme que fue haciéndose más pequeña a medida que se acercaba descendió de nosotros mientras tomaba forma de un jinete y su ave, era Nico.
Corrí hasta el.
-Decime que encontraste algo por favor- le dije, aunque ya sabía la respuesta, solo por su rostro quería creer una mentira, no, necesitaba creer una mentira.
- "no, no escuche su brisa en ningún lado"- contestó secamente.
-¡¿Revisaste bien te fijaste en todos lados?!- respondí en desesperación
Nico se encogió de hombros haciendose el distraído y dijo por lo bajo:
-Todo lo que pude…
Quien iba a culparlo, si con sus ojos no pudo encontrarlas, nadie lo hubiese hecho.
Me acerqué al joven, no estaba en tan mal estado, pero no poseía una gran fuerza física, por lo que las heridas lo afectaban mucho. Anton, asi era como se llamaba, trabajaba en el gimnasio local. Antes de despedirlo en un taxi, le pedí el numero de telefono y lo anote en el gear. Sería de utilidad por cualquier cosa.
La sangre me hervía
“-Vamos a ir a buscarlas, no?”- dijo Cameron dudoso.
Me acerque a él e intente tomarlo de la ropa fuertemente y acercar su rostros al mio.
-¡¿DE VERDAD ESTÁS PREGUNTANDO ESO?!¡¿QUÉ PENSÁS?! ¡¿QUE VAMOS A ABANDONAR A NUESTROS AMIGOS?! ¡POR SUPUESTO QUE LAS VAMOS A BUSCAR! ¿POR QUÉ NO HICISTE ALGO VOS, QUE TE QUEDASTE MIRANDO COMO UN INÚTIL?!
Sentí las garras de Salem a través de la ropa. Me decían “para”, pero ya era tarde.
Le grité sin pensar, sin controlarme, no se si eran celos por Epi o mi preocupación por Nitta lo que me hizo estallar.
Lo solté, absorto, me había dado cuenta lo que había hecho, él no tenía la culpa de nada, y me aleje lentamente.
-Disculpa Cameron…
Encendí un cigarrillo nervioso y me recoste contra la van.
-Hagan lo que quieran, ustedes ya saben mi respuesta- conteste a los planes de los demas.
No quería bajar de nuevo al suelo. Volando, las posibilidades a mi alrededor parecían infinitas y ni siquiera el cielo era un limite; en cambio allá abajo solamente existía el adelante y el atrás, y sabia que algunos de nosotros íbamos a tener problemas eligiendo entre los dos. Sin embargo no había mas que hacer. Le di una palmada en el cuello a Sloane y bajamos juntos hacia donde estaban los demás, sus expresiones igual de sombrías que cuando salí volando.
El Doc fue el primero que me hablo, y tuve que contestar entre dientes a lo que me pregunto.
-No, no escuche su brisa por ningún lado. -Dije, y luego me pregunto si había revisado bien. -Todo lo que pude.
Me hubiera gustado decir mas; hacer algún chiste o encontrar las palabras para hacerlo sentir mejor, pero me sentía... dispersado. Muy poco acá en el suelo. Escuchaba mi propia brisa adentro de mi cabeza, tan fuerte que apenas entendía lo que los demás decían. Nitta y Epi... podría ser?
Sacudí la cabeza fuerte. En que estaba pensando? Que, de repente iba a poner en duda la razón por la que me interesaban estas personas, lo que las había hecho dignas de... pero no, no tenia sentido. Esto iba a pasar tarde o temprano, ahora lo único que quedaba hacer es descansar y esperar que tuviera la razón sobre ellas.
Yan me hablo con ese tono suyo que sabia que intentaba calmarme. Le dirigí una leve sonrisa y asentí sin muchas ganas. El probablemente estaba peor o casi que todos nosotros, y aun asi se molesto en tratar de unirnos, como siempre. Aun asi, era una lastima...
-Che. -Le di una palmadita en el hombro, mi expresión seria. -Si no hubieras querido parar vos acá, lo hubiera hecho yo, sabes? Y... -Pause por un segundo, frunciendo el ceño. -Acordate de nuestra charla.
Con eso dicho devolví a Sloane a su Pokebola y me acerque a los demás.
-Los que quieran descansar deberían poder al menos. Yan tiene razón, vamos a buscar un lugar para pasar la noche. -Trate de esbozar mi mejor sonrisa y llene mi voz de mi usual entusiasmo. -Nitta y Epi van a estar bien, estoy seguro. No importa lo que les pase, no creo que haya nadie en esta región con una voluntad que pueda doblegar a las suyas. -Mi sonrisa se exacerbo un poco mas de lo que esperaba, y un extraño brillo resplandeció detrás de mis ojos por un segundo. -Y si lo hay, entonces estoy seguro que nos los vamos a encontrar tarde o temprano.
Parece que Antón, como se llamaba el joven que rescatamos, se encontraba mejor de lo aparentaba, eso era buena noticia. Pero sus palabras solo confirmaban que su real objetivo es Ian y por lo pienso con el secuestro de las chicas es que todo sigue marcando al incidente de Luminose city, pero de todos los objetivos posibles por que Ian y no el resto de nosotros, o sera que sera alguien a que tenga un resentimiento con el y usara a las chicas como cebo, pero debo tener sospechosos primero y descartarlos uno por uno...
El perfil debe ser alguien que halla estado en Luminose durante el evento y en especial en el epicentro solo asi nos reconoceria a nosotros y nuestra participación de los evento.
Para una organisacion como esta debe tener dinero y/o conexiones.
Pero el unico que entra en esa descripcion es es Nerón, lo cual lo hace muy probable ya que puedo haber engañado a Siiva con el fin de atraernos pero Ian donde entra... no creo que este solo el responsable aun que fuera Nerón no es su estilo la verdad es que era complicado.
Tras inspeccionar el area mientras Cameron hablaba un misterioso trozo de papel habia llamado mi atencion.
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Era obvio que era la lista donde anotaron a quienes debian conseguir y empeze a pasarlo a mi diario como respaldo y agregar notas personales.
...
Termine de escribir y parecia que me habia estado moviendo con el resto absuelto en la escritura. Mire para confirmar lo que habia escrito.
Nimbasa Gym - F1 - Interceptar - anton? Undella Hotel - F2 - Atrapado - revisar informacion Undella Bay F5 - Interceptar - la chica de la foto?
En este papel dice interseptar osea que su objetivo era tener informacion o algo mas pero el atrapado puede ser algo critico algo o alguien que necesitan pero dice que ya lo tienen por ende ellos ya estan en Undella o ya estuvieron sera que encontraremos a la chica o sera tarde.
Fui con iba para ver como estaba y para mostrarle mis notas para ver que opinaba.
-Iba como te sientes?- la verdad estaba nervioso de que se enojara por no haber ido con ella apenas terminamos. Pero no dijo nada, solo levantó la mirada y pude ver que sus ojos estaban algo enrojecidos por haber estado llorando, y me abrazó con fuerza. Decidí dejar que se desahogara pero no pasó, no quebró en llanto como habria esperado, solo se quedó ahí un momento, abrazandome con fuerza y su cara oculta en mi pecho. -Estoy bien, gracias- Dijo antes de soltarme y acercarse al resto.
Respire hondo, aun seguía medio sensible por lo que había pasado recién, a mi alrededor el resto tampoco parecía estar reaccionando de la mejor manera, escuchaba los gritos del doc contra Cameron, el tipo era un iluso pero tampoco se merecía el trato. Él sabe realmente todo lo que implica el mundo en el que nos movemos desde hace dos años, recién esta rasgando la superficie de lo que implica esta nueva realidad que se presenta ante él. Me acomode los lentes mientras me paraba liberándome de las cintas de Toto. -Gracias, ya estoy bien.- Aun no me acostumbraba a verlos tan distintos, realmente crecieron muy rápido para mi gusto, ambos eons asintieron con su cabeza aunque Amelia no dejaba de mirarme fijo, esos poderes psíquicos no siempre me resultaban útiles, también me revelaban ante ella.-Lo voy a estar, lo prometo.- ambas criaturas refregaron sus cabezas en mis piernas mostrando su cariño.
Me dirigí al resto del grupo seguido por los gemelos, si bien la situación estaba más que tensa algunos de nosotros si habían hecho avances que quizás nos permitirían salvar a nuestras compañeras, no como yo. El chico secuestrado se presento como Anton o que se yo qué, lo importante era que su verdadero blanco no era él si no Ian, estaban tras todos nosotros y venían en serio. Roomie tomo la voz de mando en toda esta tormenta, debo decir que estoy bastante agradecido de ello ya que no me quedaban muchas energías para lidiar con el mando o pensar claramente.
Me acerque al papel que tenia Mint en la mano, en él figuraban 3 personas escritas en código, uno de ellos quizás era Anton, los otros dos podía referirse a la chica de la foto y alguno de los que figuraban en los papeles que nos habían dado Siiva. Quede al lado de Yannick, puse mi mano sobre su hombro sin levantar mi vista. -Me parece que tenemos que hacer lo que dijo.- comenté, aun me costaba un poco hablar. -Aunque fuéramos un ejército no las encontraríamos ahora mismo, pero si vamos tras estos objetivos seguro podemos intentar recuperarlas más fácil.- Levante a la Espeon del suelo y me dirigí hacia la Van, en estos momentos no había mucho que pudiera o quisiera hacer, necesitaba dormir un poco antes de poder idear una mejor estrategia.
Abrí la puerta del asiento del acompañante y me senté en el, Bryce estaba allí en silencio mirando para el piso, seguramente había visto todo lo que había pasado y se sentía como todos nosotros. Apoye mi mano sobre su cabeza, haciendo que dirigiera su mirada hacia mi. -La vamos a recuperar, si no quien va a protegerte cuando te metas en problemas?- comenté, el oso de hielo asintió con la cabeza sonriendo, creo que era de las pocas veces que lo hacia sin haberse mandando alguna travesura, no pude evitar devolvérsela, ahora íbamos a tener que trabajar juntos para rescatar a Nitta y los demás.
Abrí mi mochila en busca de los papeles que había tomado del maletín cuando los repartimos, si bien no estoy en todas mis capacidades mentales esto era una de las pocas cosas que podía intentar hacer por el momento. Solo espero que el resto se apure en entrar, no quiero perder más tiempo en este lugar de mierda.
/Inteligencia + suerte porque investigación no tengo para encontrar sobre el chaboncito secuestrado/ [dice]0[/dice]
Anton, el chico que rescatamos, (probablemente lo único positivo de la noche) nos dijo que al que buscaban los tipos estos cuando lo secuestraron a él, era a nuestro cantante favorito. ¿Qué tenía esta gente con nosotros? ¿Encajaban de alguna forma las otras desapariciones con los eventos ocurridos en Lumiose? ¿A qué se referían con “nos van a servir”? Definitivamente este era uno de mis tipos de casos y esos que me emocionan… pero este no. No con nuestras amigas secuestradas.
Por otra parte, la búsqueda del chico de pelo verde había rendido frutos: un papel de los sujetos enmascarados estos. Lo estudié todo lo que pude.
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Se podría suponer que el primero vendría a referirse a Ian y que ya habían tenido éxito en el objetivo que le seguía. Cabría pensar que todavía no habían llegado al punto 3, supongo.
“Nos conviene ir a Undella, al menos ahí vamos a saber en qué lugares buscar, sí.” dijo Yannick. Bien, no era el único que lo había interpretado así.
“F1”… “F2”… “F5”… ¿Qué significaba? Podría ser una pista útil. Me cruzaba de brazos, me rascaba la barbilla, me alisaba mi colorido mechón con los dedos… y pensaba. Creo que los chicos nunca me vieron tanto tiempo callado, pero estaba rompiéndome la cabeza para descifrar algo, lo que sea.
Subí a la van, exhausto y dispuesto de ir a descansar un par de horas a la zona segura que nos indicó Mint. Frost revisaba los expedientes. Me acerqué al respaldo del acompañante.
-Pasame un par de esos. Sabes que yo llevo unos años más que vos en esto.- le dije a mi colega poniéndole una mano en el hombro. -Además debería informarte que estoy invicto en búsqueda de desaparecidos y más que nunca pienso mantener mi título intacto.- terminé, esbozando una leve sonrisa con la intención de ir recobrando un poco el espíritu del grupo.
Tomé unos de los documentos con las escrituras del papel en mente para ver si descifraba algo.
//Inteligencia + Investigación, para ver si se aviva de algo el rubio//
Los entrenadores entraron en el vehiculo. Cameron entro al final, sin decir palabra liego de los comentarios de Maxwell, y sin despegar su mirada apagada del piso de la Van, donde el Zorua dormia tambien ya sin ganas ni energias de correr o hacer algun truco. El muchacho permanecio en silencio el resto de la noche. El resto de los entrenadores definieron que debian hacer y donde podian seguir la busqueda, quedando de acuerdo en que el proximo punto deberia de ser Undella, donde sabian habia un proximo objetivo de ataques.
Antes de poner el motor en marcha, Mint, Kileo y Nicholas dieron un vistazo mas a aquel papel que habian encontrado y de donde habian sacado informacion. Definieron que Ian era le proximo objetivo y que solo habian atacado a Anton para poder llegar a el, ya que el muchacho trabajaba en el gimnasio de Nimbasa, donde iba a ser el proximo show del musico. La forma mas facil parecia ser atacando a alguien que trabaje ahi y utilizarlo para ingresar al momento del show. Del otro lado de aquella lista vieron que el papel era un pedazo de recibo y confirmacion de reserva en un hotel de Nimbasa. "Bolt Hotel", un lugar conocido por hospedar artistas y retadores del gimnasio de la ciudad. El vehiculo avanzo dejando atras la calle del ataque. Algunos de los entrenadores ya se encontraban cansados y con sus heridas pidiendo descanzo, por lo cual la mayoria del trayecto se hizo en silencio, sin mucho mas que agregar ademas de los datos del hotel de la lista.
Decidieron detenerse a dormir a un lado del camino en una calle tranquila de la zona recidencial, era muy tarde para buscar un hotel u otro lugar adecuado para pasar la noche. La noche paso mas rapido de lo que habrian pensado, pero apenas pudieron dormir mas de unas horas seguidas, no solo por el lugar pequeño donde estaban, sino por la adrenalina del combate aun corriendo por sus venas. Yannick fue el primero en despertar a la madrugada, cuando a mayoria de los entrenadores habian podido conciliar el sueño de forma correcta. El muchacho paso el resto de la madrugada en silencio tratando de meditar y calmar su mente, pero algo lo distrajo. Sentia una presencia mas en el lugar, que tampoco pertenecia al espiritu que lo habia defendido. El muchacho miro a sus alrededores y casi se queda sin aire cuando lo vio. Cameron tenia los ojos cerrados con fuerza, palido y sudando. Un humo plateado lo rodeaba, que formaba una figura humana. Una mujer. El muchacho cerro sus ojos con fuerza y llevo sus manos a su cabeza y el humo desaparecio, dejandolo solo en la oscuridad, jadeando.
El sol salio y pronto la van resulto lo suficientemente calurosa para poder dormir en el lugar. El vidrio no filtraba la luz y aumentaba la temperatura con facilidad, por lo cual los entrenadores despertaron y bajaron a estirar las piernas antes de retomar su ruta a donde iban a continuar el viaje. Nicholas bajo de la van al final seguido del Zorua que ahora recorria el lugar en forma de rueda de auxilio. La calle era calurosa, algunos arboles rodeaban las veredas y si bien se podian ver algunas personas recorriendo o paseando con Pokemon, Nimbasa era una ciudad nocturna, y las mañanas eran para los lugareños mayores.
-Odio las mañanas de esta ciudad.- Dijo una voz femenina a espaldas de los entrenadores. Elegante, con un tapado rojo que llegaba a las rodillas, lentes oscuros y labios ojos. Ariadne tenia un vaso de cafe en su mano enguantada y miraba a los entrenadores con una sonrisa. La mujer miro a los entrenadores y saco de su tapado una Pokebola. La esfera se abrio dejando en el piso a un Pokemon pequeño y rosa. Un Cleffa, el Pokemon de Epiphone. - Creo que estamos buscando a los mismos payasos disfrazados. -
No sé cómo no encontramos la casa de Mint. No tenía ganas de dormir en un auto, de nuevo. Aunque fuera un vehículo más grande, me hacía sentir encerrado igual. Por algo prefería putearlo y manejar yo o volverme caminando a casa antes que dormir en el auto de Alan; era incómodo, me traía recuerdos molestos, y ahora mismo realmente no estaba ayudando a mi humor.
Me acomodé en el asiento de espaldas al resto, y por unos segundos me permití sentir toda la mierda y la culpa de lo que había pasado hoy. Doue, en este último año ni cuando tenía que lidiar con él, el laburo y la facultad juntos en el mismo día terminaba tan cansado y tan.. mal. Miré por la ventana una última vez. Está bien, mañana. Mañana podemos arrancar a intentar arreglar todo esto. No me daba la cabeza para divagar demasiado, antes de darme cuenta estaba cayendo dormido.
[spoiler=][/spoiler]
De nuevo ese sonido, esa sensación, esa cosa llamándome.
Me desperté transpirando en el frío de la madrugada temprana, jadeando como si cada bocanada de aire fuera arena en mi garganta, empeorando las ganas de vomitar. El desierto tiene esa particularidad por lo que sabía, la amplitud térmica, en cuanto el sol baja también lo hace la temperatura... Pero no, no estaba en el desierto ahora, al menos no realmente, no a la intemperie. Me obligué a centrarme en mi alrededor, como hacía siempre.
Estoy... en una van.. la de Nitta.. en los suburbios de Nimbasa, que sí queda en el desierto.. en el centro de Unova... Ah, están los otros acá, sí, estábamos viajando, no tendría que despertarlos.
Creí ver algo alrededor de Cameron, aunque no podía estar seguro, intentaba no mirar a nadie después de estos sueños porque me costaba controlar mi visión. O bueno, Ian fue el único en esos momentos, pero siempre tenía miedo de ver su Estrella y que fuera... eso.
Costó un poco pero pude abrir la puerta sin hacer demasiado ruido y salir afuera. Me alejé unos metros de la van, el aire estaba mucho más frío de lo que esperaba. Un destello me cegó en la oscuridad de la calle, Toussaint, debía haberme sentido y salido; en seguida me abrazó con sus cintos como acostumbraba, haciendo que dejar de temblar no fuera tanto esfuerzo. Era más fácil calmarme con Ian, claro, todo era más fácil con Ian, pero las habilidades de Touss hacían un buen trabajo en su ausencia.
Fue la voz de Carlos lo que teminó de anclarme en el momento. -Pucha che, hasta cuándo vas a seguir así?-
-Ugh, callate.- Me refregué los ojos, recién volviendo a sentir el peso de todo el viaje y lo sucedido. El mareo usual seguía siendo igual de molesto y tuve que apoyarme en un árbol. -Qué te cambia.-
-Sos joda?- Nos miramos, sin entendernos.-A ver pibe,- empezó como si fuera lo más obvio del mundo, -vos dijiste que sentís lo que los fantasmas sienten, no?- Asentí, aunque no me hacía mucha gracia su tono. -Nunca se te ocurrió que, puede ser, quizás, existe una posibilidad... de que los fantasmas sientan lo que vos sentís también?-
Me quedé sin palabras. Sabía que la comunicación con espíritus no era tan simple y directa, eso frustraba a mucha gente; no perciben el mundo de los vivos del mismo modo que un Medium puede percibirlos a ellos... pero supongo que nunca se me había ocurrido esta conexión. -Oh... perdón.- fue todo lo que pude responder. Nos quedamos en silencio mientras terminaba de calmar mi respiración. -Che... Por qué hiciste eso ayer? De... cubrir a Leti.- le pregunté al fin.
-Porque el wachín es el único que me da bola.-dijo convencido, solo le levanté una ceja para que siga. -Mirá, yo te jodo mucho pero lo que dijeron esos tipos me hizo pensar un toque. No sé si son héroes, pero tampoco hay que ser muy genio para darse cuenta que son los buenos acá...- Agarró su pera con una mano, haciéndose el profundo. -Y si te morís qué me queda? Nunca salí de Camphrier cuando vivía, esto es mejor que cualquier viaje que hubiera pagado con la jubilación.- se rió, no bancaba su propia seriedad.
-Si me muero a vos no te pasaría nada.- lo corregí.
-Pero no voy a tener a quién hinchar! Y no pongamos las manos en el fuego por las dudas.-
Acepté su lógica por el momento, sin ganas de discutir, y me acerqué para ver donde la energía parecía menos intensa desde el ataque del Yamask.
-Duele?- pregunté pasando mi mano a través de la zona, no pude percibir ningún cosquilleo ni cambio de temperatura.
-Nah, no es como cuando tenía cuerpo. Ahora que no andás todo alocado está mejor, tendrías que probar eso que tu amigue decía.-
Ah, Dom me había recomendado meditar, otra de sus cosas bohemias. Me acomodé sentado apoyado contra el arbol con Touss en la falda, aunque pesaba más que antes, y me quedé unos minutos con los ojos cerrados, tratando de expulsar cualquier pensamiento sobre la situación actual, sobre el último año, sobre Nadia y Alan, sobre los tipos tratando de secuestrar a Ian, dónde estarían Nitta y Epi, y sobre estas pesadillas.
...
Ok, claramente no estaba funcionando, no podía quedarme quieto durante estos estados. Me dispuse a caminar por las cuadras de los alrededores, el Sylveon sosteniendo mi mano con una de sus cintas. Espero nadie se preocupe si se despertaba y no me encuentra, solo necesitaba moverme para despejar la mente.
Me dolía un poco la cabeza todavía y no podía sacarme la sensación de que estaba olvidando algo importante, pero era normal, al menos logré mantenerme en blanco la mayor parte del tiempo. Carlos por su parte iba haciendo comentarios de todo lo que cruzábamos en nuestro recorrido, para mí se volvía como estática después de un rato. El sol que asomaba temprano por el horario de verano se filtraba a través de su figura de un modo bastante llamativo, lástima que no sea algo que se pueda fotografiar. Voy a admitir... me hacía extrañar cuando me despertaba antes que Ian, antes que el amanecer, y me podía quedar un rato más abrigado en la cama antes de ir al laburo, simplemente mirando cómo la luz que empezaba a entrar en el departamento se reflejaba en su pelo--- Me detuve cuando vi un grupo de aves en unos cables, no sé por qué eso rompió mi trance de calma, no llegaba a distinguir qué me habrá llamado la atención.
Había perdido noción del tiempo completamente y ya era de mañana, en un rato lo otros tendrían que despertarse. Prendí un pucho, aunque Touss me dio un golpecito en la pierna con su cabeza, y respiré profundo la mezcla del humo tibio con el aire todavía algo enfriado por la noche, observando el vecindario aún adormecido. Había una quietud y una paz en el ambiente que casi me daba culpa ser quien lo podía disfrutar, pero traté de conservar el sentimiento.
-Mejor?- pregunté a Carlos que se veía como siempre, así que no debí haber hecho tan mal esa forma propia de "meditar".
-Viste, no se muere nadie por bajar un cambio cada tanto.- dijo estirándose como si tuviera articulaciones que sonar. Aunque en seguida volteó a donde yo había estado mirando recién, el grupo de pájaros había salido espantado por alguien.
Nico volvía a aterrizar, saludando con su usual sonrisa.
Aterrice con la elegancia que me había faltado la noche anterior, y apenas lo hice guarde a Sloane en su Pokebola. El resultado de mi búsqueda fue el que esperaba, pero no me sorprendió ni consterno aquello. Sabia que la chance de encontrar un rastro de ellas era casi nulo, pero me dio una buena excusa para volar un rato, algo que siempre ayudaba.
Le sonreí a Yannick apenas nos vimos; al parecer no era el único que durmió poco.
-Haciendo rondas matutinas? -Pregunto. No se si fue medio en broma o no, pero me reí igual.
-Ponele. Igual esto es... mas para mi mismo que para otra cosa. -Me encogí de hombros. -No encontré nada, obvio, pero bueno.
-El aire debe ser diferente ahí arriba, no? también me ayuda dar vueltas, aunque creo que yo no me llevo tan bien con las alturas.
Abrí la boca para responder, pero algo evito que las palabras salieran inmediatamente. Esto... se podría considerar como una charla, no? Y una bastante casual. Hace cuanto no tenia una de estas con la gente, y mucho menos con los de nuestro grupo? Parpadee un par de veces, perdido en la nada, hasta que volví en mi y me aclare la garganta para contestar.
-Es lindo, pero volar en avión no es nada que ver con volar encima de un Pokemon. -Le dije. -Osea... si, estas allá arriba pero con tanto metal alrededor tuyo la única forma de darte cuenta es mirar por la ventana. -Me apoye contra la pared mas cercana, cruzándome de brazos. -No es muy diferente de un auto, o una jaula, no si el viento no te pega en la cara. Aunque si, allá arriba el aire se siente mas delgado. Capaz que el estar tanto tiempo por ahí me afecto un poco. -Le sonreí a Yannick, esperando que le pareciera gracioso. -Tendrias que conseguirte algo con alas. Esto no se explica con palabras.
Se rio un poco. -Una jaula es una buena comparación, sí... capaz tenés razón, sería interesante probarlo al menos.
Hubo unos segundos de silencio, pero no se sintieron incómodos. Mas que nada, juzgando por la expresión de Yannick, se veía algo pensativo.
-A qué te referías anoche, con eso de que no me olvide lo que habías dicho?
-Hm? Ah si, casi me había olvidado. -Me puse una mano contra el pelo, sonriendo. -Es mas o menos lo mismo que te acabo de decir, aunque dicho diferente. Aunque siento que no me entenderías si tratara de ser super directo y eso, como que hay algunas cosas que son mas faciles de captar mientras menos directas sean... creo. -Fruncí el ceño, tratando de encontrar las palabras correctas. -Como lo que hago yo; solamente aprendí cuando deje de tratar de aprenderlo y me senté a... escuchar lo que el viento quería decirme. A veces aprendes mas con preguntas que con respuestas. -Pause por un segundo, y deje salir una carcajada. -Ah... que te parece? Me gusta porque suena profundo, aunque sea yo la persona que lo dijo.
Hubo una pausa, y senti que Yan me tiro una de esas miradas que tanto recibia cada dia. Despues se giro al costado como si estuviera mirando algo mas, se giro hacia mi y levanto una ceja. -Tendría que saber qué preguntas hacer, entonces.
-O capaz yo te pueda hacer una pregunta. Imagino que funciona para los dos lados.
-Suena justo, y qué preguntarías?
Me agarre el mentón y hice como si estuviera pensativo, tratando de ocultar mi sonrisa.
-Mmm... me pregunto cuantos de los demás notaron lo mucho que te estas esforzando. No me malentiendas; es lo que te diferencia de... la gran mayoría de la gente, pero me gustaría saber si lo estas haciendo por una razón equivocada. -Me encogí de hombros. -Algunos dirían que no hay diferencia, pero a veces se puede soportar un peso en los hombros mas fácil dependiendo de la actitud. Lo que quiero saber... -Por primera vez me gire a mirarlo directo a los ojos. -...es si estas haciendo todo esto por vos o alguien mas. Y si es lo segundo, es por decisión propia? Es la diferencia entre tirarse a un rió sabiendo nadar o tirarse esperando que las aguas se apiade de vos. -Hubo otra pausa. -Y antes de que preguntes, no, esa frase no es mía. La escuche una vez y me gusto mucho.
Esta vez no se rió. Debi haber estado algo colgado porque cuando lo enfoque de nuevo note una expresión algo rara en su rostro, casi con miedo. Lo vi tragar, mirar hacia el suelo y dejar salir una risa algo incomoda.
-Pense que habías dicho que preferías las cosas menos directas. -No pude evitar sonreír ante eso. Si, supongo que me había ido un poco del tema. -Intento hacer las cosas por mi mismo, pero parece que no funciono así.
-Creo que es pensar así lo que esta sosteniéndote. -Le dije. -Imagino que escuchaste la frase esa "Todos tenemos un rol que jugar". Bueno... es mentira eso. -Le sonreí de nuevo, esta vez con mas entusiasmo. -Los únicos acá que tienen un rol que jugar son los que eligen tenerlo, y para mi que vos sos uno de ellos. Pero bueno, que voy a saber yo.
Dio una pitada a su cigarrillo antes de asentir y contestarme. -Podemos estar de acuerdo en eso, no existe un juego más que el que crean los jugadores, y los roles en los que nosotros mismos nos ponemos.-Me miro, interesado. -A veces esos son los peores, los propios, que pensamos no podemos dejar, no?
Me agarro desprevenido; trate de responder pero no me salio ninguna palabra. Estuve varios segundos quieto, y solamente después de varios segundos pude responder.
-Ah... ponele que si. Pero bueno, todos nosotros elegimos algún rol, y el mio es bastante diferente al de ustedes. -Me apunte con el pulgar al pecho, sonriendo. -A veces hay que sacrificar un poco, pero al final siempre da la vuelta. Yo... eso es lo que quiero creer, especialmente ahora que... -No termine de decirlo, pero supuse que entendió a que me refería.
-Y, mientras todos tiremos para el mismo lado...
-No te preocupes; ellas se pueden arreglar. -Le dije. -No te acordas? Somos especiales nosotros.
-Sabes, me han dicho que soy muy optimista pero vos estas a otro nivel. -Sonrió y me dio una palmadita en la espalda. -Pero no pienses que esos roles son permanentes... después de todo, el viento cambia de dirección constantemente.
Abrí los ojos como platos, y deje salir un suspiro. -...Wow, espero que no te moleste que te robe esa frase. Es demasiado buena.
Lamentablemente nuestra charla no pudo continuar por mucho mas tiempo. A la distancia vi como los demás ya se habían despertado en su mayoría, y parecían estar mirando a algo... del otro lado de la van? Con Yan nos acercamos hasta poder ver la persona que había aparecido; era una mujer... elegante, si uno quisiera describirlo de la forma mas aburrida posible, sosteniendo un Pokemon que se veía demasiado familiar.
-Creo que estamos buscando a los mismos payasos disfrazados.
Ay, esto se va a poner feo.
Casi inmediatamente Yan dio un paso adelante y le contesto.
-Me encantaría saber dónde compraste ese café, pero mas importante... -Produjo una Pokebola en una mano y la inflo, mientras su Sylveon aparecía atrás. -Me gustaría que nos dijeras cómo conseguiste ese Pokemon. Y no escatimes en detalles, sabés por qué no podemos confiar en vos así.
Hubo silencio por unos segundos, y me escuche a mi mismo silvar, una ceja levantada de forma curiosa. Este lado de Yan si que no lo había visto.
Capaz que al final las cosas si se ponen divertidas, pensé con una sonrisa.
Me había olvidado de lo incómodos que son los asientos de la van para dormir, costo un poco pero después de regresar a mis pokemons había podido estar tranquilo aunque sea por unos momentos, termine tapándome con mi campera luego de dejar los anteojos de sol dentro de la guantera. Habíamos concluido que Ian junto con la chica eran los próximos blancos de esta gente por lo que mañana tendríamos que ir a buscarlo, sea como sea. Realmente alguien me puede decir como es que nos perdimos y no pudimos encontrar la casa de los abuelos de Mint? Este día no había sido el mio por lo visto.
-Ahora recuerdo porque odiaba dormir aca, hippie tenes que hacer algo con el aire acon…- me detuve de seco y abrí los ojos, el resto ya había bajado del vehículo también por el calor que producía el mismo cuando el sol se filtraba por las ventanas. Lleve mi mano a mis ojos refregándomelos, por un segundo había olvidado lo de ayer, de verdad me hubiera gustado que no fuera solamente un descuido y estar quejándome de la Van con ella. Respire hondo tratando de recuperar la compostura mientras me acomodaba un poco la ropa y los lentes.
Baje del vehículo a estirar un poco las piernas, me hubiera venido bien también un poco de comida para desayunar, al lado mio estaba el zorrito cambiante que se había transformado en una rueda de auxilio que giraba por el lugar. -De verdad tenemos que hacer algo con vos.- Comente mirando el lugar, no estaba muy transitada, la ciudad en si tenía vista de noche, ahora solo se veían personas mayores en su mayoría. Afuera ya se encontraban todos los demás, por las caras podía notar que nadie había tenido un buen descanso realmente.
Cerré la puerta atrás mio y me estaba por dirigir hacia donde estaba el resto para decirlo lo que pensaba hacer cuando una voz familiar se escucho a mis espaldas, me di vuelta y allí estaba la mujer que habíamos encontrado en la ruta, esta vez con un tapado rojo y lentes de sol, en pleno verano, a la mañana, con no sé, 18 grados? Tiene un aire acondicionado ahí abajo o que? La mujer saco una pokeball ente su ropa y liberó de ella a una criatura rosa, un cleffa como el de epiphone, o mejor dicho el de la chica.
Cambien mi expresión de dormido a una más seria, resultaba bastante sospechoso que ella tenga el pokemon de una de las personas secuestradas. Tome a Ibaraki del hombro antes de que saliera a hacer alguna locura que la pusiera a ella en peligro, la chica tomo mi mano lista para correrla, sostuve la mirada por un segundo y luego de eso se calmó. -Yo me encargo.- murmuré, roomie se había adelantado a mi y tenia a su pokemon detrás de él.
Pase por delante del chico de pelo ondulado quedando en medio de ellos dos, lo que menos tenia ganas era luchar contra ella, quizás el resto porque no la conocía pero los que somos del rubro sabemos que sus acciones realmente la defendían. -Como dijo mi compañero, si pudieras darnos algunas respuestas sobre como encontraste el Cleffa, seria de utilidad.- Comente mientras colocaba mis manos en los bolsillos de la campera sosteniendo fuertemente una pokeball en caso de que fuera necesario, siempre hay que estar preparado.
Hacia años que no pasaba tan mala noche, una cosa era tener sueño liviano y otra el casi no dormir, o tal vez dormir pero sentir que no descansaste nada, aun así, traté de no moverme mucho y disimular, no queria despertar al resto aunque posiblemente algunos estaban despiertos, habria sido el momento adecuado para meditar un poco pero mi cabeza no estaba donde debia, seguia pensando en la noche anterior y como Nitta y Epiphone desaparecieron frente a nosotros. Si tan solo pudiera haber hecho algo.
No, tenia que dejar de pensar así, ya no era cuestión de que pude hacer sino de lo que tengo que hacer para ayudarlas, anoche perdí el control y pagué el precio, el moretón debajo de mi costilla derecha casi habia desaparecido pero yo sabia que ahí estuvo y lo que más dolia era mi propio orgullo, habia aprendido a controlarme para no sufrir tanto daño al utilizar mis habilidades y de todas las veces, tenia que fallar anoche, ahora solo podia tratar de descanzar un poco más antes de que partieramos para Undella y dar gracias si me levantaba viendome como yo misma.
Y hablando de levantarse, estoy segura que escuché una de las puertas abrirse, no me moví de mi lugar, de nuevo, no queria despertar a los que intentaban dormir, necesitariamos toda la energia posible a partir de hoy. Estaba segura de que algunos salieron, pero no podia ver claramente quienes en la oscuridad, no escuché ruidos afuera que indicaran problemas así que solo esperé. Al rato, ya más despierta y con la luz de la mañana entrando por la ventana, decidí levantarme, extrañando casi al instante la sensación del hombro de Mint a mi lado.
El aire de la mañana me hizo relajar un poco el cuerpo, pero mi poca calma duró casi nada, una voz nueva indicó que no estabamos solos, y lo último fué la gota que colmó el vaso. Ese Cleffa, lo reconocí al instante, era el pequeño que Epiphone cargaba en brazos, esa mujer... ella sabia donde estaban, y me lo iba a decir aunque tuviera que sacarselo partiendole su enmaquillada cara. -Yo me encargo- Dijo alguien poniendo una mano en mi hombro, mala idea, me di vuelta y lo agarré, voy a arrancarle el... Nicholas... por qué queria detenerme? Esa tipa sabia donde estaban Nitta y Epiphone, no podiamos perder tiempo, pero... fue ahí cuando me di cuenta que estaba agarrando su mano en mi hombro con fuerza, si esto era duro para mi, no queria imaginarme lo que él estaba pasando, y aun así...
Lo solté, tenia razón, yo ya habia hecho suficiente como para arruinarlo de nuevo. Di un paso atras y lo dejé, él sabria que hacer.
Caminé un par de pasos con la mente en blanco, no sabia si podia ayudar en algo realmente, no hasta que tengamos una pista de que hacer, miraba al piso tratando de pensar en algo hasta que me topé con una rueda que no deberia haber estado ahí, cosa que me hizo volver en mi. -Por qué seguis aca? Qué querés?-
/Afinidad +whatever haga falta para ver si el Zorua me da bola/ [dice]0[/dice]
La peor noche en en meses, viste cuando dormís, das vueltas, descansas diez minutos y volves a dar vueltas, pero no estas ni dormido ni despierto, bueno una de esas noches. El rostro de Epi se me venía a la mente, cada vez que intentaba cerrar los ojos, algo inconsciente o una visión… no, yo no podía hacer esas cosas. Salem tampoco podía dormir caminaba por todos lados, se echaba dos segundos, se volvia a levantar y me golpeaba el sombrero.
Cuando me levanté todavía era de noche, vi como Yan se perdía entre las calles, como un zombie, sin rumbo, esperando que algo lo despierte. Decidí no seguirlo, no porque no quisiera, no tenía ánimos.
Le extendí la mano al pokemon, que se trepó por mi brazo y se acomodo en el lugar de siempre.
Me acosté sobre la puerta de la van que daba a la calle, y me deslice hasta sentarme en el suelo, inmediatamente encendí un cigarrillo. Vi la sombra de un ave descender del cielo y esconderse detrás de la van y empecé a escuchar como alguien hablaba, pero no le preste atención.
-¿Vos pensas que estan bien?- casi terminaba el cigarrillo.
Habré estado despierto una hora más después de que el último en la van pareció haberse dormido. Soy de sueño pesado, pero mi cabeza seguía muy activa tratando de descifrar algo y me costó quedarme dormido. Miraba mis pokéball, a mis compañeros: Lando bufaba y su lengua salía y entraba de su boca frenéticamente. Alderaan estaba sentada pero la roca que corona su cabeza vibraba cada tanto. En el último tiempo aprendí que eso es signo de que algo le molesta. Arturo giraba, se detenía mirando en alguna dirección para luego seguir moviéndose y repetir. Supuse que estaba buscando a Urien a través de esa conexión que tienen los Unown, si es que Nitta lo había traído hasta acá. El que más captó mi atención fue Rancor. El Onix no hacía nada salvo mirarme fijo a los ojos desde el esférico dispositivo que le estaba haciendo de transporte. Su mirada no era esa noble y tranquila que había mostrado los últimos días, sino más bien una recia y decidida. Él no había participado de la pelea, pero la había visto y lo que pasó con nuestras amigas. Entendía lo que se cruzaba por su mente y sabía lo que una pérdida significaba para él. Guardé al resto y acerqué su pokéball a mi boca para poder hablarle sin despertar al resto de la van.
-No vamos a dejar que les pase nada.- le susurré. - Vamos a encontrarlas sanas y vos vas a ayudarme.- Él asintió. - Vamos a volvernos más fuertes y vamos a castigar a esas lacras enmascaradas.- Terminé de decirle mientras guardaba su pokéball con una mano y con la otra apretaba el objeto metálico en mi bolsillo.
Al despertar a la mañana siguiente, note que casi todos se habían levantado. Salí de la van escapando del calor que había estado acumulando. La ciudad estaba apacible y silenciosa, algo a lo que le habría prestado más atención si no fuera por los eventos de la noche anterior que todavía estaban muy frescos en mi mente. No había empezado a estirar las piernas que una figura recientemente familiar se nos acercó: Ariadne y acompañada del Cleffa de Epi. Yan e Iba desconfiaron de ella, pero esta mujer no era alguien que fuera a hacer una movida tan poco estratégica si fuese a tener que ver con los maleantes, no. Frost le inquirió sobre cómo encontró a la pequeña bola rosada de Epiphone. Parecía que mi colega tenía la situación controlada así que me dispuse a escuchar la respuesta.
