Hace tiempo estoy dandole vueltas a un fan fic de Pkmn un tanto especial, y lo voy a ir subiedo de a poco (muuuuy de a poco...) e intercalando con imagenes y esas cosas.
Con el tiempo espero llegar a completarlo, no pienso extenderme demasiado en cuanto a capítulos.
Ahí va:
Prólogo
Era un cuarto sombrío, realmente lo era. Había una unica ventana (era un enorme ventanal) sin cortinado a traves del cual se deslumbraba una luna resplandeciente (acompañada de las estrellas), y más sobre la línea de la tierra lo que parecía ser una enorme y frondosa jungla. Muy a pesar de la intensidad de la luna, y el tamaño del ventanal, la luz lunar parecía que apenas podía atravesarla.
Junto a este entorno, y detrás de un gran escritorio de caoba, un hombre fornido y de aspecto cansado reposaba sobre un gran sillón cuyo tapizado aunque prolijo y elegante, se denotaba gastado de tantos años de uso y encierro.
A la primer alarma, levantó levemente la vista y practicamente no se movió a pesar del estridente sonido. Ya para la segunda alarma, torneó su asiento, de modo tal que de espaldas a la puerta de la oficina, y su cara quedara observando el ventanal y su respectiva jungla. Sabía que pronto entrarían alboratados. No había terminado de pensar esta línea, cuando escucho unos golpes en la puerta y un posterior ingreso de alguien. No pudo determinar de quien se trataba, pero seguramente sería uno de los altos ejecutivos, vestidos con traje y elegancia.
La voz del que había ingresado se notó agitada: - se... señor... ha... han ingresado... el hombre que reposaba en el sillón, inmutable, dijo un simple: - lo sé, ha llegado la hora.
A unos cuantos kilometros, a Hiumo, lo rechazaban nuevamente, y se desconsolaba agriamente enfrente a una cascada.