[Fic Colectivo] Pokémon: Flames of Yggdrasil

Para todos aquellos escritores que quieren compartir sus obras con el mundo, ya tienen el rincón para hacerlo. =)
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Sainne
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[Fic Colectivo] Pokémon: Flames of Yggdrasil

Mensaje por Sainne »

[SIZE="6"][font="Century Gothic"]
Pokémon: [color="Red"]Flames of Yggdrasil[/color]
[/font][/SIZE]

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Prólogo



*Algún punto de la Región de Kanto*

La emoción y la euforia podían sentirse en el aire viciado de la gran sala.
Las numerosas personas que allí estaban reunidas, todas vestidas con elegantes batas de un blanco impoluto, no podían evitar que pequeños asomos de sonrisas brotasen en sus rostros.
De todos ellos, Kurumi Irie era la más emocionada de todas.
Era una mujer alta y esbelta, de abundante cabello del color de las hojas en otoño y con unos intensos ojos esmeraldas. Y su belleza apenas era capaz de comparase con su inteligencia.
“Ya casi lo tenemos”-se repetía una y otra vez Kurumi, haciendo que esa sencilla frase se convirtiese en una especie de salmo en su mente.
Tras más de cinco años de investigación, de largas noches sin dormir, de mil errores de cálculo…
“Ya casi lo tenemos”
La mujer, como si estuviese perdida en un sueño, dirigió su mirada lentamente por la sala, como si intentase retener todos y cada uno de los detalles de aquel momento.
Se trataba de una especie de laboratorio, con numerosas máquinas emitiendo extraños sonidos aquí y allá. Era lo suficientemente grande como para alojar a más de cincuenta personas, el número de científicos a los que Kurumi tenía a su cargo.
Paseó la mirada por los rostros de todos y cada uno de los miembros de su equipo, observando sus expresiones, tan emocionadas como la suya propia.
Finalmente, sus ojos se detuvieron en el motivo de su euforia: en una de las paredes de la sala habían siete cilindros de crista, en el interior de los cuales algo flotaba en una especie de líquido verdusco.
Los cuerpos desnudos de siete niños.
Los niños, que no parecían superar los diez años, tenían una gran cantidad de agujas atravesando su piel, de las que salían cientos de algo parecido a cables que se conectaban con la parte inferior del cilindro.
Kurumi se acercó lentamente a uno de ellos, el que ocupaba la parte central, en el interior del cual flotaba un niño de piel pálida y profuso cabello moreno. Sus ojos permanecían cerrados, haciendo que su rostro mostrase una calma e inocencia angelical.
Los siete niños habían recibido un número a modo de identificación, un método usado por los miembros del equipo para poder identificarlos con rapidez.
El niño al que Kurumi estaba observando en aquel momento había recibido el 27, ganándose el sobrenombre de “Sujeto 27”.
Kurumi sintió algo en su pecho, una sensación que resonó a través de ella como un eco distante.
Culpa.
Apoyó los dedos en el cristal del cilindro, acercando tanto su rostro que fue capaz de ver su propio reflejo.
-Lo siento…-susurró.
Repentinamente, los párpados cerrados del niño parecieron apretarse con fuerza.
Kurumi se apartó del cilindro, sin poder reprimir una maldición a causa del sobresalto.
Era imposible que el niño estuviese despierto, ya que cada hora recibía una gran cantidad de anestesia a través de aquellos cables. Kurumi respiró profundamente, reprimiéndose mentalmente por su comportamiento.
De todas maneras, lo mejor era asegurarse bien.
-Fukuda, comprueba las constantes vitales del Sujeto veintisi…- comenzó a decir, girando la cabeza ligeramente, pero deteniéndose repentinamente al final de la frase.
Los rostros de los científicos habían pasado de la alegría a algo que se parecía demasiado al terror.
Todos miraban hacia el cilindro detrás de Kurumi.
La científica giró lentamente su cabeza, sintiendo como una irracional sensación de pánico iba adueñándose de su ser.
En el interior del cilindro, el niño la observaba con dos intensos ojos del color de la sangre fresca.
Con un estallido, el cristal del cilindro se rompió en mil pedazos, haciendo que el líquido verdusco se esparciese por el suelo.
Pero aquello no pareció importarle a Kurumi, que permanecía petrificada frente al ahora destrozado cilindro.
Las agujas y los cables salieron con violencia del cuerpo del niño, como si una mano invisible los hubiese arrancado. Sin nada que lo detuviese, el Sujeto 27 se dirigió lentamente hacia la científica, aparentemente ignorando al resto del equipo científico, que huían emitiendo gritos de terror, dirigiéndose con toda la velocidad de la que eran capaces hacia las puertas de la sala.
Su pánico aumentó todavía más al darse cuenta de que las puertas estaban completamente cerradas.
Con estallidos idénticos al primero, los seis cilindros restantes estallaron uno a uno, liberando a los niños que yacían en su interior.
Pero Kurumi no podía apartar su mirada del Sujeto 27, o mejor dicho, de sus ojos.
Por más que buscaba en ellos, la científica fue incapaz de encontrar un atisbo de humanidad en ellos.
“¿Qué hemos hecho?”-pensó, horrorizada.
Y la matanza dio comienzo.

~

El joven despertó bruscamente en medio de la noche.
Era un muchacho de unos dieciocho años, facciones atractivas, piel pálida y cabello completamente negro.
Dirigió su mano hacia su cabello despeinado, pasando sus dedos a través de él y sintiendo su suavidad.
Se levantó de la cama, dirigiéndose con lentitud hacia la pared acristalada a través de la cual la ciudad se mostraba en todo su esplendor, como si fuese capaz de alejar las sombras que la noche cernía sobre ella.
“Una vela en medio de una tempestad”-pensó el joven, con una ligera sonrisa.
El momento había llegado, al fin. Podía notarlo en cada poro de su piel, en los latidos de su corazón y en el aroma del aire.
Después de diez años, al fin iba a alcanzar su venganza.
-Preparaos…-le susurró a la noche.
Su mirada entonces se fijó en el reflejo que sus ojos creaban en el cristal.
Dos intensos ojos del color de la sangre fresca.

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Por favor, todos vuestros comentarios, críticas y demás deben ir en este tema, para así hacer más ligera y sencilla la lectura.
Espero que lo disfrutéis ^^
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Alpargatacosmica
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Re: [Fic Colectivo] Pokémon: Flames of Yggdrasil

Mensaje por Alpargatacosmica »

[SIZE="4"]Pokémon: [color="Red"]Flames of Yggdrasil[/color][/SIZE]

[SIZE="3"]Capítulo 1:[/SIZE]


El día comenzó con mucha calma, al menos para la mayoría de los habitantes de Tokiwa Town. Pero en una casa en especial, había una persona cuya vida cambiaría totalmente, a partir de ese mismo amanecer.

Eran las 6 de la mañana cuando el joven abrió los ojos finalmente. En el aire se respiraba un ambiente somnoliento, mientras que Sora trataba de atinarle al despertador (que no paraba de sonar) con su mano, pero finalmente tuvo que levantarse para apagarlo.
Ojos semi cerrados, bostezó varios segundos, mientras estiraba los brazos y se acomodaba la mata de pelo rubio que tenía. Desvió sus ojos hacia el reloj para ver la hora, sólo para descubrir aterrado que estaba llegando tarde.

-Ah… mierda.-

Salió corriendo escaleras abajo mientras trataba de vestirse al mismo tiempo. Casi cae escaleras abajo, pero llegó a tiempo a la cocina, donde su madre estaba preparando tostadas. Apenas entró en la habitación, ella le dirigió una gran sonrisa, y dijo emocionada:

-¡Buenos días Sora! Espero que recuerdes que éste es un día muy especial y…-
-¡Si mamá yo también te quiero!- Gritó Sora sin prestarle atención, mientras agarraba una tostada y salía corriendo hacia la puerta.- ¡Vuelvo a la salida de la facultad, nos vemos!

La madre de Sora cruzó los brazos ofendida, mientras una niña pequeña entraba en la cocina también, bostezando.
-Hola mamá.- Saludó ella.- ¿Dónde está Sora? Quiero darle un abrazo de cumpleaños.-
-Tsk, pues se fue sin siquiera prestarme atención.- Contestó enfadada.- Ya va a ver cuando vuelva a casa Y yo que planeaba una fiesta sorpresa para él.-

Afuera en las calles, Sora corría tan rápido como podía, si llegaba tarde una vez más a su universidad, podrían suspenderlo, y esa no sería una buena noticia para èl. La universidad de Tokiwa Town era reconocida por su excelente nivel académico, pero extrema severidad.
Como si fuera un milagro, logró cruzar las enormes puertas justo antes de que sonara el timbre. Sin aliento, se apoyó contra una de las columnas del lugar.

-Ahh… eso duele.- Dijo agarrándose un costado.- Creo que mi profesor de Ed física tiene razón, necesito hacer más ejercicio.-
-No lo dudo.- Dijo una voz femenina detrás de él. Era una chica de pelo largo y oscuro, con grandes ojos azules.- Ahora mové el trasero y vamos a clase, no quiero que me pongan en detención por tu culpa.- Terminó de decir con una sonrisa burlona.-
-Sabes… nadie te pidio que me esperes.- Le contestó Sora, quién aún trataba de recuperar el aliento.- ¿Qué tenemos ahora? ¿Una clase sobre las cajas?-
-Así es, hoy nos van a enseñar lo fundamental, para que podamos usar las cajas cuando estemos listos.-

Entraron en el aula, donde había muchos estudiantes sentados, quiénes se voltearon al mismo tiempo para ver a los recién llegados. Debajo de todo había un profesor bastante viejo, con una gran barba, quién también los miraba, con expresión severa.

-Tu eres la única que va a poder usarlas.- Le contestó Sora en voz baja.- Yo aún no mostré mi llama, y eso que ya casi tengo 19 años.-
-¿Casi? Pero si hoy es tu cum…- Comenzó a decir ella, pero fue interrumpida por el profesor.-

-¡Ehemm! Señor Kaito, señorita Sunders, por favor vayan a sus asientos antes de que me obliguen a castigarlos.- Su tono de voz era monótono y cansado, como el de alguien que ha dado clases por mucho tiempo.

-Viejo desgraciado.- Susurró Sora en voz baja, mientras se sentaba al lado de su amiga.-
-Hey, vos sos el idiota que llega tarde.- Contestó ella.

Comenzaron con la clase especial sobre las cajas, el profesor empezó a anotar cosas en el pizarrón, mientras le explicaba a sus alumnos los procedimientos de las llamas dentro de los humanos.

-Como sabrán, 20 años atrás se descubrieron unas extrañas ondas de energía que emiten los seres humanos, las cuales llamaron “las llamas”. Luego de exhaustivos procedimientos tecnológicos, la compañía Boxtech desarrolló unos artefactos llamados “cajas”, los cuales contenían anillos de distintos elementos, que usan las llamas para varios procedimientos, tales como combustible para los vehículos o para ayudar en la vida cotidiana, de la misma forma que los Pokemon.-

-Creo que voy a tener que usar Pokemon para siempre, si es que no desarrollo mi llama aún.- Dijo Sora algo desilusionado.-
-No te preocupes, voy a procurar no usar mis llamas de lluvia cerca tuyo, así no te pones celoso.- Volvió a contestar su amiga en tono burlón.- Ahora presta atención, no vaya a ser que falles el examen por no escuchar.-

-Y como decía, hay seis clases de llamas.- Siguió explicando el profesor.- Las llamas de tormenta, lluvia, trueno, sol, nube, niebla y cielo. Cada una cumple distintos propósitos, y tienen su propia caja y anillo designado, excepto las de tipo cielo. Con esas llamas puede usarse cualquier caja, pero no dará el mismo efecto que usando las propias de cada llama.-

La clase siguió por un buen rato más, en el cual Sora combatía el impulso de quedarse dormido. Cuando por fin tocó el timbre del receso, suspiró aliviado, y salió caminando como si nada del aula, aunque el profesor aún seguía hablando.

-Dios, podría dar clases que al menos te den más ganas de vivir.- Comentó Sora.- Me sentía como si un Jiglypuff estuviera cantando a mi lado.-
-Sos un vago, lo único que te entretiene son las batallas Pokemon.- Le reprendió ella.- Pero supongo que por hoy puedo dejártelo pasar, es tu día especial.-
-Ehh ¿Día especial?- Preguntó algo distraído él, mientras caminaban hacia la salida trasera de la universidad.- ¿De qué hablas?-

Su amiga se llevó la palma a la cara, dando un largo suspiro.
-Yo sé que eres distraído Sora, pero no puedo creer que ni recuerdes que hoy es tu cump…-

Antes de que terminara de hablar, ambos se detuvieron en seco. No porque escucharan algo raro, sino porque de repente no podían moverse, una horrible sensación paralizaba todos sus sentidos. Era terror.
Se miraron al mismo tiempo, dejando claro que ambos sentían lo mismo, sea lo que sea que causaba esa sensación, podían sentir que venía de detrás de ellos.
Con dificultad, se dieron vuelta, sólo para ver una extraña figura acercándose a ellos. Parecía ser una persona, alta y delgada, con largo pelo castaño, y unos ojos rojos como la sangre. El sujeto se acercó caminando hacia ellos, con una mirada perdida, casi ausente.

-¿Q… quién eres?- Preguntó sora con un hilo de voz, ese extraño miedo casi no lo dejaba hablar.-

Pudieron apreciar un poco más la apariencia del muchacho, debía tener aproximadamente unos 20 años, un poco más que ambos chicos.
Se quedó mirando directo a Sora durante unos segundos, y acto seguido una minúscula sonrisa se formó en su rostro. Si le preguntaran a ambos que fue lo más atemorizante de ese sujeto, la respuesta sería definitivamente su sonrisa.

-Feliz cumpleaños… Sora kun.- Dijo finalmente, con una voz algo rasposa y susurrante.-

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Bueno, acá está el primer cap, espero que les guste :uwa
Comentarios en el tema de offtopic y eso :kid
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